Donde exista vida es siempre normal que también haya transiciones, transformaciones, cambios o mutaciones porque es una característica orgánica de la vida per se, todos desde que nacemos hasta morir cambiamos desde nuestra apariencia, tonos al hablar, o cómo concebimos el orden, decoración y/o aseo de lo que nos rodee, que con o sin vida también cambian.
Ahora las personas nacidas entre 1997 y 2012 o quienes sean parte de la generación Z está transformando la forma de trabajar, sino está cambiando lo que significa tener una carrera y construir el bienestar; más allá del salario, los jóvenes buscan “algo más” dentro del mundo laboral.
La generación Z entra a un mercado laboral global marcado por cambios rápidos, el avance de la inteligencia artificial y despidos masivos de los últimos años. Que de por sí son importantes olas, vientos y precipitaciones que para evitar que con su impacto causen daños nos obliga a transformar nuestras infraestructuras, formas de movernos, vestirnos, comunicarnos y hasta ser con otros y nosotros mismos.
Nuevos modelos
Por ejemplo la primera demanda de la jornada de 8 horas fue en 1866, ese año ocurrieron eventos importantes como la Guerra Austro-Prusiana, la cual aceleró la unificación de Alemania, y la Guerra hispano-sudamericana, con el bombardeo español de Valparaíso y el Combate del Callao en Perú, importantes acontecimientos que produjeron cambios en otros campos políticos y sociales, cómo los que trajeron consigo revoluciones cómo la francesa, industrial, y cualquiera que suponga mutaciones de vocabulario, intercambio de mensajes, formas de lucir, enseñar, aprender y trabajar con quien sea o para lo que sea.
En los estudios recientes de 2025, tanto la generación Z cómo los milleniales coinciden en lo siguiente:
- Buscan crecimiento profesional, pero no necesariamente puestos directivos.
- Quieren autonomía y estabilidad emocional.
- Evitan roles que afecten su bienestar o invadan su tiempo libre.
- Prefieren ambientes de aprendizaje constante.
La consultora encargada de la investigación señala una “trilogía” que define sus decisiones: dinero + propósito + bienestar.
Al lograr entender y equilibrar las demandas del empleado podríamos llegar a diseñar y afianzar nuevas condiciones laborales que puedan ser viables para el empleado, empleado y quien se beneficie de un producto o servicio. Hay que saber adaptarse a los cambios.

Licenciado en ciencias politicas (UNA), editor, comunicador, productor y editor de contenido creativo para medios de comunicacion o intereses particulares
