Bloomberg –
Francia limitará el uso en los centros comerciales de un “pase de salud” digital impugnado que proporciona evidencia del estado de Covid, incluso cuando la propagación del coronavirus se acelera nuevamente.
En un intento por limitar el impacto en los minoristas, los pases solo serán necesarios para ingresar a centros comerciales con una superficie de más de 20,000 metros cuadrados (24,000 yardas cuadradas), dijo el ministro de Finanzas, Bruno Le Maire, en una entrevista con el periódico dominical JDD.
La medida se produce después de que miles de personas asistieron a marchas el sábado en las principales ciudades para oponerse al plan del presidente Emmanuel Macron de usar pases de salud para acceder a lugares como restaurantes y cafés. Los pases incluyen datos sobre los resultados de la prueba Covid-19 y el estado de vacunación.
“Los líderes empresariales están preocupados y quiero tranquilizarlos: mostraremos comprensión”, dijo Le Maire.
Macron, quien se enfrenta a la reelección en abril, está intensificando sus esfuerzos para evitar más bloqueos que podrían socavar el rápido repunte económico observado en los últimos meses. La semana pasada hizo que las inyecciones de Covid-19 fueran obligatorias para los trabajadores de la salud, además de anunciar el uso ampliado del pase de salud, que se puede mostrar como un código QR en un teléfono inteligente.
Sin embargo, las últimas cifras de Covid-19 podrían presionar aún más al gobierno. La tasa de reproducción del virus, conocida como tasa R, ha aumentado drásticamente este mes a casi 1,5 desde alrededor de 0,5 en junio, y el recuento diario de casos ha superado los 10.000 por día.
“La dinámica de la epidemia es claramente más fuerte que en las oleadas anteriores, incluso si partimos de un punto más bajo”, dijo a JDD el ministro de Salud, Olivier Veran. “Estamos obligados a considerar medidas para frenar o fomentar un mayor respeto del distanciamiento social”.
Superficie de los chalecos amarillos
A algunas de las protestas del sábado asistieron los chalecos amarillos, según Le Figaro. El movimiento, que comenzó como un esfuerzo de base en 2018 y se convirtió en disturbios a nivel nacional que perjudicaron a las empresas y la economía, fue un problema importante para Macron antes de la crisis de Covid-19.
Una clara mayoría, alrededor del 62%, de los franceses aprueba los pases de salud, informó Le Parisien el sábado, citando una encuesta de Ipsos / Sopra Steria. Aún así, las protestas contra el impulso de las vacunas están creando problemas. Un centro de vacunación en el departamento de Isere, en el este de Francia, fue objeto de vandalismo el viernes por la noche, informó Le Figaro.
Casi 114.000 personas se unieron a las protestas del sábado, según cifras del Ministerio del Interior citadas por Agence France Presse.
“La radicalización de algunos de nuestros compatriotas es una realidad política. Se alimenta de ira, mentiras y desinformación ”, dijo Le Maire en la entrevista de JDD. “Solo podemos responder con razón y decisiones valientes”.
La postura más dura de Macron ha tenido cierto éxito en aumentar las tasas de vacunación. Tres millones de personas hicieron citas la semana pasada para recibir sus golpes, según Le Parisien y el gobierno registró un récord de 879.597 disparos administrados el viernes, tuiteó Veran.
Algunos destinos populares de verano ya están tomando más medidas para contener la variante delta. Las autoridades de los Pirineos Orientales, en el sur de Francia, impusieron un toque de queda temporal de 11 p.m. a 6 a.m., lo que afectó a bares, restaurantes, playas y algunos otros servicios no esenciales, informaron Le Figaro y otros medios.
