El seleccionador francés, Didier Deschamps, afronta con su once de gala la defensa de su título Mundial ante Argentina, en busca de su tercera estrella.
Ninguno de los jugadores en los que más ha confiado durante el Mundial parecen afectados por el virus que ha circulado por el cuartel general francés en los últimos días, por lo que el técnico confía en su hombres de total confianza.
Tampoco ha optado Deschamps por el experimento táctico que ensayó en su último entrenamiento, que incluía a Marcus Thuram en el equipo titular y dejaba a Olivier Giroud en el banquillo.
El delantero del Milan, máximo goleador histórico de Francia, estarán en el tridente ofensivo junto al barcelonista Ousmane Debelé y al parisiense Kylian Mbappé, mientras que el jugador del Atlético de Madrid Antoine Griezmann hará de enganche.
Por detrás dos pivotes, el madridista Aurelien Tchouaméni, el único francés titular en los siete partidos de este Mundial, y el juventino Adrien Rabiot, totalmente restablecido del virus que le impidió jugar las semifinales contra Marruecos.
La gripe, que afectó sobre todo a los jugadores de la línea defensiva, tampoco ha obligado a Deschamps a cambiar la zaga. El jugador del United Raphael Varane, uno de los últimos en verse afectado por el virus, estará en el eje de la zaga junto con Dayot Upamecano, el primero en tener síntomas.
El barcelonista Jules Koundé estará en el lateral derecho y el milanista Theo Hernandez en el izquierdo.
Bajo los palos, el portero Hugo Lloris, el francés con más partidos internacionales, que se convertirá en el guardameta con más duelos en un Mundial, 20, por delante del alemán Manuel Nauer.
