El 12 de octubre (2019) tomó posesión del cargo el nuevo Comandante de la Policía Nacional del Paraguay, el comisario general inspector Francisco Resquín Chamorro y el nuevo Subcomandante, comisario general inspector Luis Ignacio Arias Navarro.
En la actualidad, la conducta perer del Presidente Mario Abdo Benítez en los dos pilares de gestión pública: fortalecimiento de la política exterior del Paraguay y asegurar el apoyo tecnológico-táctico-político para las fuerzas de la Policía Nacional, demuestra claramente la falta de visión por parte del Jefe de Estado. El pésimo liderazgo del Presidente Paraguayo en los asuntos de Política Exterior que consiste en el cierre de la Embajada Paraguaya en Jerusalén y su incapacidad de realizar su primera visita oficial a Turquía, son algunos momentos que ilustran la falta de seriedad por parte de Mario Abdo Benítez.
En cuanto al uso de las Fuerzas Armadas en la seguridad interna, el gobierno de Marito no deja de sorprender a la comunidad internacional. Marito está realizando un experimento sin precedentes en la región, pretende enmendar la Constitución para que salgan los militares a realizar trabajos de Seguridad Interna y no tiene la voluntad de fortalecer la postura de la Policía Nacional.
Actualmente la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas tienen roles diferentes bien definidas en la Constitución Nacional. Por ende la Policía Nacional es la encargada exclusiva en mantener la Seguridad Interna del país y las FF. AA. son encargados para custodiar las fronteras del territorio nacional y también velar por las autoridades legítimamente constituidas. El empleo de las FF.AA. ha sido un rotundo fracaso en la lucha contra el grupo guerrillero EPP.; con un presupuesto anual de cerca de US$20 millones; y si este recurso se invirtiera en la Policía Nacional, se produciría un cambio radical en los resultados tan anhelados; no sólo en la lucha contra los grupos insurgentes sino también contra el crimen organizado. El 80 por ciento del actual presupuesto de la Policía Nacional es solamente destinado para cubrir salarios y el resto es para gastos corrientes; el presupuesto de la Policía Nacional quedó estancado hace 5 años y con éste reinante déficit no se pueden hacer milagros. El único aporte contundente en la lucha contra el crimen organizado, es brindar más recursos económicos, acelerar el entrenamiento de recursos humanos en la Policía Nacional. El Presidente requiere de manera urgente para darle los recursos necesarios a la Policía Nacional, ordenar la compra de equipos bélicos y pedir al Ministerio de Hacienda para incluir en el próximo presupuesto general de la nación la compra de diez nuevos helicópteros Sikorsky CH-53E Super Stallion; estos son los únicos pasos que afianzarían el rol del estado en su gestión de seguridad interna, así mismo la imagen internacional del Paraguay tendrá mejor posicionamiento. La lucha contra el crimen organizado transnacional y el narcotráfico requiere un presidente rodeado por expertos idóneos paraguayos y no por el típico equipo de karruaje memete.