martes, octubre 14

Felicidad y atención

La felicidad es un estado emocional de bienestar, comodidad satisfacción y disfrute de la vida que surge cuando se alcanzan metas deseables o se vive en armonía con los propios valores, al respecto el maestro budista Thich Nhat Hanh dice que; «El presente está lleno de alegría y felicidad, pero no lo ves porque no estás atento». Algunos esperan que en el futuro se dé esa felicidad o sensación de alegría o quiere hacer lo imposible de volver al pasado.

A la pregunta de ¿Cuándo fue la última vez que te tomaste un minuto para respirar?simplemente, para eso, respirar sin mirar nuestras herramientas de comunicación o trabajo, sin hablar con nadie ni hacer nada más que estar en el momento presente. Vivimos rodeados de prisas, tareas pendientes y pantallas que nos roban el tiempo, la atención y la conexión con el presente. Por eso no somos felices. 

Y así no podemos asegurar más longevidad y salud general, Fortalecer el sistema inmunológico, reducir el estrés. Y agrega además que si no estamos conectados con el presente, no podemos ser felices. Porque la felicidad está en esas pequeñas cosas que se nos escapan. Puede que algunas cosas nos hagan felices pero debemos ser conscientes y tener en cuenta de si esa felicidad será por mucho tiempo o no y si podríamos trasladarla con nosotros a los lugares y momentos que queramos.

Thich Nhat Hanh tuvo que recorrer la senda de la meditación. Una de sus ramas es la de la conciencia plena. Debemos comprender que el objetivo último del budismo es evadir el sufrimiento. Y para los budistas, este tiene un origen principal: el ego. Que es un concepto fundamental en la psicología que se refiere a la parte de la psique que nos da el sentido de identidad, conciencia de nosotros mismos y nos permite interactuar con la realidad.

Formas y modos de lograrlo

El maestro añade que nuestro cerebro tiende a distorsionar, a imaginar, a fingir. Y nuestro ego se resiente, se flaquea o debilita que no ayuda a entender y alcanzar la felicidad plena en el presente, dónde, con quiénes o cómo nos encontremos. Puede que algunas condiciones, carencias o actitudes de algunos nos hagan infelices, lo que debemos hacer es mostrarnos indiferentes a eso y seguir con nuestro ritmos, compromisos y responsabilidades imaginando lo que nos sirva para continuar felices en el presente, atendiendo a lo que pueda quebrar ese estado y en lo posible ignorar lo que pueda hacernos desdichados.

Hanh añade que somos esclavos de nuestros egos, que nos dicen que en este mundo solo existimos nosotros, y nos olvidamos de los pequeños detalles que nos rodean y en los que, de hecho, podemos encontrar la felicidad. En un mundo que es “un lugar maravilloso”. Y debemos tener en cuenta que mantener la mente ocupada en el pasado surgen la culpa, la vergüenza y también el autoengaño. Porque con nostalgia, vestimos sucesos del ayer con nuevas ropas, y nos imaginamos que fueron tiempos mejores solo porque quedaron atrás. 

El futuro despierta la ansiedad, el miedo y la incertidumbre, nos desasosiega no poder influir ni controlar algo que todavía no existe. Nada podemos hacer para cambiar el futuro, porque todavía se ha dado. Por ende solo nos queda disfrutar bien del ahora donde y con quienes nos toque trabajar, estudiar, desayunar, almorzar, cenar, socializar o hacer algo en particular. Hacer lo posible para inspirar felicidad en el entorno de seres vivos con los que tengamos la oportunidad de existir para que estos puedan prolongar la felicidad donde vayan y con quienes les toque estar.