Paraguay es uno de los pocos países de la región que no cuentan con un sistema de seguro agrícola nacional para los pequeños y medianos productores que generalmente no tienen acceso a créditos amplios y de tasas reducidas.
El Diputado Pastor Soria, ingeniero agrónomo de profesión que antes de llegar a la Cámara de Diputados se destacó como Coordinador del Proyecto “Acción contra el Hambre” que buscaba Generar un Sistema de Seguimiento y Evaluación para comprobar la eficiencia y efectividad de las actividades realizadas, y el logro de los resultados e impactos deseados, por los proyectos ejecutados en Paraguay, considera que “la agricultura es uno de los principales motores de la economía nacional” y por ello viene impulsando el proyecto que promueve el seguro agrícola. La Federación Nacional Campesina también reclama dicho seguro al Estado por medio de una ley que hasta el 2021 había sido rechazada pero que en este nuevo año legislativo se plantea nuevamente su evaluación.
Ya en el último año la Comisión de Presupuesto había dictaminado en contra de este proyecto “Que crea el seguro para la agricultura familiar campesina” y dicho dictamen sirvió de argumento para archivar la intención de aprobar el mismo.
Durante el estudio fueron vertidas posturas a favor y en contra del documento que buscaba la creación del mencionado seguro, a los objetos de proteger y garantizar la continuidad de las actividades de los agricultores familiares campesinos, de todo el país, por su elevada importancia para la seguridad y la soberanía alimentaria.
Las familias que dependen de la producción de la tierra ven expuesta su economía y su futuro ante la falta de un seguro que las resguarde de las sequías, incendios e inundaciones cíclicas pocas veces predecibles y nunca prevenibles.
Los pequeños productores incapaces de acceder a nuevas tecnologías y con limitada posesión de tierras tampoco han encontrado en los últimos años una fórmula como la que se aplica desde las colonias menonitas donde las cooperativas administran de forma comunitaria ampliando las posibilidades de que la población avance en conjunto. Claramente esta experiencia también tiene una coerción religiosa y cultural propias.
El sector agropecuario nacional genera según el informe de 2019, 64% de los ingresos por exportación. El país es autosuficiente en la mayor parte de los productos alimenticios básicos, si bien resulta deficitario en frutas y hortalizas.
En ocasiones la oferta de productos hortícolas nacionales de ciertos artículos es escasa y estacional, siendo necesario que la oferta doméstica se complete con productos importados (principalmente desde Argentina y Brasil).
