El sábado por la tarde se encendieron las alarmas en Alto Paraná por la denuncia de un nuevo caso de secuestro que afecta a una mujer brasileña de 56 años llamada Sandra Cristina Máceda Rubert, quien es esposa del productor agrícola Milton Gabriel Rubert. El marido de la víctima pidió a la Policía y a la Fiscalía que no intervengan para poder negociar la liberación de su pareja.
Este hecho consternó a toda la comunidad de Mbaracayú, una localidad de no más de 10.000 habitantes, tranquila y trabajadora que se encuentra a unos 100 kilómetros de Ciudad del Este, capital del departamento de Alto Paraná.
Según los informes policiales, la banda de secuestradores habría requerido US$ 250.000 en concepto de rescate, y como el Ministerio Público activó el protocolo de bloqueo de cuentas, la familia está recurriendo a amigos para conseguir el dinero, aunque ya anunciaron que no tienen esa cantidad requerida.
La familia tenía tiempo hasta el domingo para cumplir con las exigencias de los secuestradores, y ahora solicita espacio para negociar con mayor tranquilidad.
PEDIDO
“(Los secuestradores se equivocaron muy grande, yo no tengo ese recurso, nunca tuve ese recurso. Trabajo y con el sudor conseguí alguna cosita, pero no sé cómo (conseguir ese monto de dinero), no sé de dónde voy a sacar ese monto” dijo Milton Rubert. La familia hace aproximadamente 30 años que está asentada en la Colina General Díaz del distrito de Mbaracayú.
Así mismo remarcó que necesita espacio para poder negociar la liberación de Sandra Cristina, y solicitó la no intervención de las autoridades.
“Quiero pedir especialmente a la Policía que se retire de la zona para que pueda negociar más tranquilo con ellos, la prensa también”, fue el pedido del esposo de la víctima.
Además, remarcó que ahora solicita una mano de sus amigos para poder llegar al objetivo requerido para pagar el rescate.
“La Fiscalía bloqueó el poco recurso que tenía y ahora estoy con las manos. Estoy viendo y rogando a mis amigos que me presten plata porque no tengo de donde sacar”, indicó Rubert en horas de la mañana de este lunes.
“Solo tengo deudas y deudas, estoy con mi maíz que la helada quemó todo, el trigo se quemó todo”, remarcó el productor.
EL HECHO
El ministro del Interior, Arnaldo Giuzzio, sostuvo que preliminarmente por los informes que se tienen no se trataría de un golpe perpetrado por los grupos terroristas que operan principalmente en la zona norte, como el Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), la Agrupación Campesina Armada – Ejército del Pueblo (ACA-EP) o el Ejército del Mariscal López (EML), aunque indicó que sí se podría tratar de otro grupo del crimen organizado.
Por su parte, el jefe de Investigación de Hechos Punibles de Alto Paraná, comisario principal Marcelino Espinoza destacó que en la zona hubo presencia de bandas ligadas al narcotráfico, como los carteles brasileños con tentáculos en el país y que también ejecutaron plagios en su momento.
“En la zona hemos tenido la presencia de grupos criminales como el PCC (Primer Comando Capital) y otros vinculados al narcotráfico. No descartamos que detrás de este hecho esté uno de estos grupos criminales”, señaló el comisario Espinoza a la 1080 AM.
Supuestamente los secuestradores hablan “portuñol”, por lo que no se descarta que estén vinculados a facciones narcos brasileñas que operan en la zona este.
Recordemos que el hecho se registró el pasado sábado 14 de agosto cuando en horas de la siesta Sandra Cristina salió de su vivienda para su habitual caminata, pero ya no volvió a su hogar. Aproximadamente a las 18.00 su esposo Milton fue hasta la Subcomisaría 22° de Alto Paraná para denunciar su desaparición.
Los uniformados policiales realizaron un recorrido por la zona, buscando a la mujer ante la posible sospecha que haya sufrido algún accidente que no le permitió volver a su vivienda, sin embargo en poco tiempo los secuestrados se comunicaron con el esposo de la desaparecida.
“Alrededor de las 18:30 el marido recibió una llamada y le pidieron dinero para liberar a su esposa”, destacó el comisario Espinoza.
Supuestamente, Milton pudo conversar con su esposa por unos minutos, y luego le exigieron la suma de US$ 250.000 para la liberación.
INCREÍBLE
El intendente de Mbaracayú, Edir Lermen, declaró que hasta el momento no pueden creer que algo así haya ocurrido en su distrito, porque era una zona de tranquilidad, de paz y de trabajo, y aseguró que la comunidad se encuentra en shock.
“No es una familia que podría tener USD 250 millones”, comentó el jefe comunal, y añadió que “a lo mejor a estos secuestradores les pasaron mal la información de que esta familia tenía mucha plata”.
Por último, indicó que la familia es una de las primeras que llegó a la zona para trabajar la tierra, que ya tiene hijos recibidos y mayores que también se dedican al campo, pero que de ninguna manera podrían llegar a juntar tanta cantidad de dinero.