Los argumentos que tienen que ver con la economía paraguaya son preocupantes, el nivel de crecimiento económico anunciado por el Banco Central del Paraguay se va a tener que reducir; los costos de los productos se van a incrementar por efecto de la inflación que genera el incremento de precios de los combustibles; una larga fila de paraguayos trata de cruzar la frontera hacia Argentina todos los días porque la diferencia entre un litro de nafta súper en Argentina que cuesta G. 3500 frente a G.8500 en Paraguay estimula a dicha acción. También sería bueno que se nos explique porqué la nafta es tan barata en la Argentina y tan cara en el Paraguay, cuando los argumentos internacionales son esgrimidos en ambos lados a la hora de comprar el derivado del petróleo.
La tensión en Ucrania también es otro argumento que utilizan los vendedores de Commodities -entre ellos el petróleo- para justificar su incremento, pero también lo que habría que mirar detrás de esto es la necesidad que tienen los países productores de recuperarse de las pérdidas durante la pandemia y hacerlo a costa nuestra. Lo que siempre decimos, con tanta hidroenergía y con tanto boom en la fabricación de coches eléctricos como es que a nadie todavía se le haya ocurrido en el Paraguay hacer énfasis en independizarnos del petróleo y crear una propia y distinta plataforma energética sostenida en la abundancia de la hidroenergía paraguaya.
