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Escándalo y papelón estadístico

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Al INE se le perdieron 1.344.051 habitantes. Pero, ¿de dónde los había sacado antes del censo 2022 “corregido y disminuido”?

Imaginemos una oficina de asuntos externos de un país extranjero, de esos que acostumbran ofrecer programas de cooperación tipo KOICA de Corea del Sur o JICA de Japón. De pronto alguien entra en corto y pide que se paren todos los planes que se están diseñando para el Paraguay. ¿La razón? Algo que no entra en la cabeza de ningún burócrata en países serios como los citados. Parece que la cantidad de habitantes en el pequeño y mediterráneo país del corazón sudamericano no es la que se venía manejando. En realidad, es bastante menor: más de un millón por debajo de lo estimado según revela el instituto encargado del censo de población y vivienda 2022. Y no es lo mismo planificar para 7,4 millones de personas que para 6,1. Reunión de urgencia de estadígrafos, planificadores, economistas y financistas del Gobierno amigo. ¿Qué demonios está pasando en el Paraguay?

Por el momento, los burócratas toman con pinzas el dato. ¿Es posible fallar tan grande en algo tan esencial como contar los habitantes de un país? Por todos los indicios procedentes del Paraguay, parece que sí, es posible. Por las dudas, las oficinas de cooperación deben estar operando en estado de alerta y revisando sus fuentes primigenias de datos. En enero de 2022, la página oficial del Instituto Nacional de Estadística daba estos números: 7.453.695. No es un estimado, no son números al voleo, son datos duros desde unidad, decena, centena en adelante. Si conocemos cómo funciona la administración de países del primer mundo, los datos del INE y sus proyecciones deben estar corriendo con cronogramas hasta 2025 o 2030 en sus diferentes modalidades de ayuda y cooperación. Pero de pronto, sin aviso previo, la misma entidad gubernamental comunica al mundo que los paraguayos somos en realidad 6.109.644. Es decir, modestas 1.344.051 personas menos que nadie sabe a dónde fueron a parar o, variando el enfoque de la pregunta, de dónde salieron en el cálculo anterior, tan “preciso” hasta el último habitante.

Si nuestros generosos dadores de aportes no reembolsables del exterior están bajo alerta contable, el propio Ministerio de Hacienda y las demás carteras que manejan dinero presupuestario tendrían que entrar en pánico porque los estándares de coberturas con planes sociales y la infinidad de programas para el agro, las mipymes, la industria, los costos de la energía, el pasaje del transporte público etc. han sido costeados sobre una base falsa de población. Es difícil de entender algo semejante.

Toda la labor anterior dirigida a crear confianza en la seriedad del Estado paraguayo como proveedor de datos oficiales acaba de desmoronarse. En este momento somos el hazmerreír del mundo, un país al que se “perdieron” 1,3 millones de habitantes y cuyas autoridades no muestran perplejidad, ni mucho menos indignación ante el mamarracho en que se ha convertido el instituto recién fundado y que debuta con semejante papelón.

Mayor escándalo es difícil imaginar. Pero aquí no vuela una mosca.

 

Equipo Periodistico
Equipo Periodistico
Equipo de Periodistas del Diario El Independiente. Expertos en Historias urbanas. Yeruti Salcedo, John Walter Ferrari, Víctor Ortiz.