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Entre el querer y el no poder

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Las llamadas sequías sexuales o temporadas sin sexo pueden ser más comunes de lo que piensas, sin importar si estás en pareja o no. La abstinencia no deseada tiene efectos diferentes en cada individuo.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la sexualidad como un aspecto central del ser humano y no tener un bienestar sexual puede afectar el estado anímico, incluso a la autoestima, lo que puede llevar al descuido y que disminuya la actividad física o se coma mal.

Además, durante el orgasmo producimos un volumen de oxitocina y de endorfinas que ayudan a conciliar el sueño o a reducir nuestros niveles de estrés.

La psicóloga clínica y orientadora sexual, Jazmín Escobar, dijo que el órgano sexual más potente es el cerebro, donde radica la fantasía, la iniciativa y el deseo sexual, aunque muchas veces se piensa que está en los genitales.

“Cuando no tenemos pareja o estamos mucho tiempo sin relaciones hay que tratar de activar el cerebro, ahí es donde empieza toda la trayectoria erótica: fantaseando, y ¿cómo fantaseamos?, pues leyendo libros eróticos, viendo pornografía, ahí los hombres son más consumidores, pero existe el soft porn que es una pornografía más suave, alternativas para estimular el deseo sexual”, explicó la especialista.

Luego, según la orientadora sexual, hay que trabajar en la sensorialidad, y pasamos al segundo órgano sexual más grande del cuerpo, que es la piel, a estimularse a través de ella e ir activando el placer para que el cerebro vaya registrando y se genere la testosterona que es la hormona del deseo.

“Muchas personas dicen que pueden pasar 6 meses o un año sin tener sexo y que están súper bien y no lo necesitan. El cuerpo deja de producir dopamina y oxitocina y se va acostumbrando, pero eso no quiere decir que sea saludable. Podemos promover una sexualidad saludable y con la masturbación empezar a activar las hormonas sexuales, y hacer que el cerebro trabaje de manera autónoma la parte saludable de la sexualidad”, acotó Escobar.

Independientemente que la persona que no tiene relaciones sexuales por una temporada tenga pareja o no, lo importante es el fortalecimiento de la autoestima sexual, cuánto se conocen y qué les gusta o no.

“La mujer que no conoce su cuerpo, no lo acepta, por más que tenga relaciones a la semana o al mes siempre tendrá actitud de inseguridad y algunas incluso pueden llegar a fingir orgasmos para que el hombre acabe más rápido, en vez de placer, sienten ansiedad”.
Por el contrario, la mujer que se conoce y se siente empoderada con su cuerpo, por más que pase 6 meses o un año sin sexo, no tendría que estar acomplejada con ella misma cuando va a retomar su vida sexual, pues se masturbó, se tocó y se va a sentir linda, segura y cómplice con su cuerpo.

“De lo contrario mantendrá una actitud pasiva en el encuentro erótico, no podrá disfrutar de su sexualidad con confianza y hará que su par sexual sea el que le muestre”, concluyó la especialista.

Es importante mencionar que puede pasar que las parejas estables de largo recorrido se distancien en un momento dado y que la frecuencia de las relaciones sexuales baje o desaparezca, ya sea por el estrés, el trabajo, los hijos, etc pero si han seguido manteniendo contacto físico con caricias, besos o abrazos es más fácil que retomen el erotismo.