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En un loco carrusel

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De no haber sido un drama al borde de la tragedia, el episodio vivido en un comercio encarnaceno podría encuadrar en la categoría de sainete con carga de humor negro. Ocurrió en agosto pasado, en un autoservicio de la ciudad frecuentado por clientela argentina. 

Una mañana, un sujeto con capucha cubriéndose la cabeza encaró a la empleada del negocio y le exigió que le entregara todo el dinero del que disponía. La mujer, bajo la amenaza de un cuchillo apoyado en su cuello, sacó un fajo de billetes y se lo entregó al marginal que reaccionó muy molesto: “No quiero pesos”. La situación se puso peligrosa pues la mujer temía una reacción violenta del asaltante así que, reuniendo coraje, empezó a gritar con fuerza. Entonces acudieron sus camaradas que se trenzaron en una lucha cuerpo a cuerpo logrando ahuyentar al agresor no sin antes recibir algunas cortaduras y puntazos.

El episodio puede leerse de dos maneras: al peso argentino nadie no lo quiere, algo contradictorio porque la propia empleada había tratado de salir del paso ofreciendo al delincuente pesos argentinos producto de las ventas realizadas ese día.

Y es que el flujo de pesos hacia el Paraguay es constante y no sólo para comprar cosas. Se ha establecido una especie de puerta giratoria que alimenta la conversión de pesos a dólares, operación que en Argentina tiene una serie de tributos que en Paraguay no existen. Según un reporte de la Cámara de Comercio de Posadas, el flujo mensual de la moneda argentina hacia Encarnación redondea unos 800 millones de pesos.

Al atractivo de comprar dólares más baratos, los argentinos están agregando el brutal encarecimiento del costo de vida argentino en los últimos meses. En mayo pasado, el dólar paralelo (blue) se cotizaba a 200 pesos; ayer miércoles, la paridad era de 359 pesos. Mientras tanto, la inflación se disparó del 60,7% en mayo al 93% en noviembre con perspectiva de cerrar 2022 con el 100%. En semejante clima, y durante el mismo periodo (siete meses), la canasta básica de alimentos trepó de 99.000 a 145.000 pesos (Gs. 3,4 millones), sólo para cubrir un mes de los alimentos más esenciales de una persona.

Se entiende que los argentinos crucen a Encarnación para dispersarse por los comercios locales. Antes lo hacían para comprar electrónica y chucherías. Ahora agregan el dólar y hasta ciertos alimentos, producto de una economía que estalla en pedazos.

Equipo Periodistico
Equipo Periodistico
Equipo de Periodistas del Diario El Independiente. Expertos en Historias urbanas. Yeruti Salcedo, John Walter Ferrari, Víctor Ortiz.

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