Comentario 3×3
Por Benjamín Fernández Bogado
Estamos sin clases, y probablemente con una año lectivo perdido, eso fue lo que anunció el Ministerio de Educación, en el día del maestro fue una oportunidad para saludar a los miles que cumplen su labor todos los días se encuentran consternados ante un año que habían iniciado pocos días antes de que la cuarentena se hiciera obligatoria.
Es también el tiempo para que los maestros recuperen su nivel de mística y de compromiso, y que aquellos que entraron solamente por el salario, digan esta no es una función que se hace solo por el salario, hay que tener una vocación, una voluntad, un compromiso, para que los valores en los que el Paraguay crea como honestidad, sinceridad, empatía, sean válidos para cada uno de nosotros y nos lleve a tener un concepto de ciudadanía que supere al del idiota de los griegos.
Este es un tiempo en el que también nos interpela debido al lugar en que se encuentra la educación paraguaya y el poco interés que se ha demostrado en términos sociales para sacarla de esa condición. Incluso hay muchos que dicen que un año lectivo finalmente no es demasiado trascendente perderlo porque poco es lo que se aprende y algunos van a la escuela solo para comer.
La educación tiene que volver a ser sólo eso, enseñar con la pasión, la entereza, el compromiso, y el deseo de los maestros de transformar la mente de los jóvenes y niós que asisten a sus escuelas para hacer de ellos ciudadanos comprometidos, responsables y empáticos.
Foto de Marcial Díaz
