Por Silvia Cabello, nutricionista y chef de Lá Nutry
La miel es considerada un azúcar natural, así como por una mezcla de aminoácidos, vitaminas, minerales, hierro, zinc y antioxidantes. Además de usarse como edulcorante natural, la miel se usa como antiinflamatorio, antioxidante y agente antibiótico.
Las investigaciones sobre el uso de la miel para tratar afecciones específicas comprenden que es un arma de batalla contra la enfermedad cardiovascular, pues los antioxidantes de la miel podrían estar asociados con una reducción en el riesgo de enfermedad cardíaca, y la tos, ya que ciertos estudios sugieren que tanto la miel puede actuar como inhibidor de la tos en algunas personas con infecciones de las vías respiratorias superiores y con tos nocturna aguda.
También la evidencia sugiere que la miel podría ayudar a prevenir trastornos del tubo gastrointestinal, como la diarrea relacionada con la gastroenteritis. La miel también podría ser eficaz como parte de una terapia de rehidratación oral.
Por otro lado, los estudios también sugieren que podría tener beneficios antidepresivos, anticonvulsivos y contra la ansiedad. En algunos estudios, se ha comprobado que la miel ayuda a prevenir los trastornos de la memoria.
SEGURIDAD Y EFECTOS SECUNDARIOS
Evita darles miel, ni siquiera una pequeñísima cantidad, a bebés menores de 1 año. La miel puede provocar una afección gastrointestinal poco frecuente, pero grave (botulismo infantil) causada por una exposición a las esporas de la bacteria Clostridium botulinum.
A partir de las esporas, las bacterias pueden crecer y multiplicarse en el intestino del bebé y producir una toxina peligrosa.
Algunas personas son sensibles o alérgicas a los componentes específicos de la miel, en particular, al polen de las abejas. Aunque es poco frecuente, las alergias ocasionadas por el polen de abeja pueden provocar reacciones adversas graves y, en ocasiones, mortales.
En la actualidad, no existe evidencia que demuestre las posibles interacciones de la miel con otros medicamentos.
MIEL INDUSTRIAL
La miel industrial, por su parte, es aquella que se pasteuriza, con lo que se evita que se cristalice, aunque este procesamiento reduce su calidad, ya que se destruyen la mayoría de las enzimas, antioxidantes y sus propiedades antibióticas.
MIEL ECOLÓGICA
La miel ecológica cuenta con numerosas características en lo relativo a las colmenas, la calidad de la miel, etc., que la diferencian de la miel convencional, como la ubicación de los colmenares, pues las colmenas ecológicas se sitúan alejadas de las zonas urbanas, zonas de cultivo extensivo, o cualquier lugar donde pueda haber contaminación.
Por ello, suelen ubicarse en zonas silvestres o de montaña. Así, los apicultores ecológicos podrán garantizar mucho mejor la pureza de la miel.
Otro punto resaltante es la composición de la colmena, dado que se realizan de forma completamente natural, es decir, no pueden contener ningún derivado del petróleo o cualquier otro producto que pueda ser perjudicial para las abejas.
Para obtener la certificación de miel ecológica es imprescindible que las abejas se alimenten únicamente de la miel y el polen que ellas mismas producen. De este modo, no se puede alimentar a las abejas con glucosa o cualquier otro potenciador del sabor o colorante, ya que estos alteran el sabor final de la miel, al mismo tiempo que pierde parte calidad.
TRATAMIENTO DE PLAGAS O ENFERMEDADES
Ante cualquier plaga o enfermedad; así como durante las curas preventivas en la colmena, se deben emplear tratamientos naturales, como los ácidos oxálicos, el timol u otros productos ecológicos similares.
De este modo, nunca deben emplearse productos químicos, ni insecticidas ni antibióticos, ya que estos pasarían a la miel y posteriormente a las personas.
Por otra parte, el proceso de extracción de la miel se realiza siempre en frío, a la misma temperatura que tenga la colmena; empleando para ello la técnica de decantación.
Para no perder sus propiedades, la miel ecológica se filtra con cuidado; evitando en todo caso la pasteurización de la miel. Es un proceso muy importante, ya que en él se obtienen los aromas y sustancias que caracterizan a la miel ecológica.
Finalmente, se debe tener cuidado de respetar y seguir todas las normativas existentes relacionadas con la calidad de la miel. Cabe resaltar que para poder producirla son necesarios apicultores cualificados que cuiden de ella durante todo el año y velen por el cuidado de la colmena.
Otra garantía de calidad es su pureza y el origen. El pequeño apicultor trabaja en un área de floraciones que guardan un equilibrio de composición en los néctares de las plantas. En mi restaurante Lá Nutry Paraguay contamos con miel ecológica. Te esperamos de lunes a sábados de 08:00 a 22:00 horas.