La palabra pensamiento es el resultado del verbo pensar, palabra que nace del latin pendere que es el colgar y pesar, Su raíz indoeuropea es *(s)pen- (estirar, hilar). … Pensamiento – El sufijo -miento indica resultado. Entonces el conocimiento es el resultado de pensar.
Un delicado verbo que para ejercitarlo requiere de ejercitar la lectura, escritura y compartir ideas en cualquier círculo social que pueda devolver lo planteado con cuestionamientos que sirvan para pulir la idea original. Esto a veces se vuelve difícil por no tener ese contertulio o grupo de gente interesada en suspender su mente en lo planteado o por contar con gente que responde con rudeza o impaciencia lo que limite el abordaje de los temas o su escasa profundización. Octavio Paz, Nobel mexicano y gran escritor decía: “La palabra no es la expresión del pensamiento. El pensamiento es la palabra”. Profundo y maravilloso.
Hoy es difícil ejercitar el pensamiento por las distracciones tecnológicas a los que se debe enfrentar pero no hay nada que enriquezca más la relación con el otro que el diálogo que nutre, cuestiona y hace crecer. Debemos buscarnos en la palabra y no distraernos en cosas superfluas y baladíes. Dentro de poco nos enseñarán a cómo conversar con el otro o la tecnología terminará creando robots que sienten e interactúan con los demás como ya acontece en hospitales japoneses. Nos merecemos reencontrarnos con la palabra que finalmente es la génesis del ser humano.
