Comentario 3×3
Por Benjamín Fernández Bogado
Lo que se anunciaba durante mucho tiempo está ocurriendo. Estamos llegando al pico más alto de las infecciones de coronavirus y nuestros hospitales han colapsado. Ya han afirmado que no tiene respiradores, que no hay personal médico apropiado mientras continúa el negocio construyendo centros hospitalarios a como sea.
La cuestión ya no es en este momento arreglar el desaguisado, sino continuar con los negocios y las comisiones que esto representa para los políticos que autorizan la construcción de estas cuestiones muy sensibles a la gente, aunque después le tengan que decir que no tenemos cómo comprar las camas, ni tampoco hemos entrenado a nuestro personal médico para enfrentar una circunstancia de ese tipo.
Todo mal en el Paraguay, especialmente cuando se trata de hacer cosas con planificación y con honestidad, de adelantarnos a las cosas y de actuar en consecuencia como se espera que actúe un Gobierno que crea en el mandato de la Constitución, que es cuidar de la vida de los paraguayos.
En ese sentido, lo que estamos observando en este momento es un aplazo absoluto del Gobierno de no haber hecho las cosas en tiempo y en modo ha procrastinando de manera mortal, poniendo en riesgo la vida de decenas de paraguayos.