Las manos atadas, tirones de pelo, palmadas en el trasero, tener sexo con un desconocido o hacer un trío, cada persona le gusta el sexo de manera diferente y se excita con diferentes cosas, o sea, cada uno tiene una creatividad mental sexual.
Los especialistas dicen que las fantasías sexuales se reproducen en la mente de las personas cuando disfrutan de su cuerpo en soledad, o cuando lo hacen acompañados, o incluso mientras sueñan despiertos o dormidos.
La especialista en terapia sexual y de pareja, Dulce Pérez, señaló que no hay que confundir deseo con fantasía, pues la fantasía nace y se recrea en la mente sin llegar a realizarse en la realidad, el deseo sí, hay una intención de culminarlo.
“Las fantasías sexuales tienen como objetivo la excitación y la satisfacción por sí mismas, no son sustitutos de nada ni preparatorios para algo de verdad, son expresiones de la erótica e igual de válidas”, dijo la experta.
Agregó que son una representación mental que evoca algo que vivimos o nos gustaría vivir, que nos va a acompañar toda la vida.
“Cuando imaginamos cosas escapamos de la realidad, cumplimos los deseos de nuestra mente, sentimos, vemos, pero lo que cada uno elija es personal e íntimo, a tu pareja puede que le guste estirarte del pelo mientras tienen relaciones y a vos no, entonces tu pareja puede imaginarse eso para que le excite. La idea es que ambos disfruten por igual, así que deben consensuar bien sus fantasías”, acotó Pérez.
Asimismo, la especialista dijo que en las fantasías sexuales se involucran varios temas, como un poco de peligro, adrenalina, masoquismo, tener relaciones en diferentes lujares con tu pareja o con más personas a la vez, tener sexo en lugares públicos, etc.
Otra de las fantasías sexuales más comunes es imaginarse teniendo sexo con un famoso o con un amigo, e incluso, con un policía. “Conozco mujeres que no son lesbianas, pero les encanta ver pornografía de otras mujeres teniendo relaciones sexuales y ese es el fin, que te pueda llegar a excitar, sentir un deseo al 100 para poder llevar a cabo el sexo, disfrutar al máximo del encuentro”.
Por otro lado, sea tu pareja estable o de encuentros casuales, fantasear es un beneficio e incluso un indicador de salud sexual. “Mientras tengas una vida sexual más activa es probable que tengas mayores deseos respecto a este tema, esto implica que se tiene una relación positiva con el sexo. Las fantasías suman mucho”.
Finalmente, explicó que la imaginación es la visualización de la fantasía, lo que quiero hacer y lo que quiero que me hagan, encender eso en la cama es cuestión de conversación, no importa si ese día no tienen relaciones sexuales y se sienten a hablar de lo que les gusta al otro, la cuestión es generar un vínculo para comunicarse y saber que le gusta al otro y así activar la creatividad.
“La excitación entra por medio de lo que mis ojos ven y si a alguien le excita ver porno, que lo haga, y si a tu pareja le pasa lo mismo, pues genial”, concluyó Pérez.
Algunas de las fantasías más comunes de las mujeres pueden ser:
- Que otros las miren durante el acto: muchas son las mujeres que les gustaría hacerlo en zonas públicas donde es fácil que les vean. La líbido se les dispara solo de pensar en la situación, y normalmente, les gusta mirarse mientras realizan sexo en espejos.
- Ser una chica mala: cansadas de ser las 24 horas la mujer buena, en su momento más íntimo es cuando le apetece ser la niña mala y no cumplir las reglas establecidas en ese momento.
- Ser dominada: Esto tiene una relación con el poder que cada una tiene en su vida. A más responsabilidades, más órdenes, aunque sea en la cama, esperan recibir.
Nueve de cada diez personas acostumbran a fantasear de un modo habitual. La fantasía sexual se empieza a despertar en la pubertad y acompaña el resto de nuestra vida.
A los hombres parece que les gustan más los aspectos visuales, la acción, y suelen adjudicarse papeles más activos. En cuanto a fantasear con personas diferentes a tu pareja, los expertos en la materia hablan de infidelidad o engaño cuando existe una conducta. El pensamiento es libre y la capacidad de fantasear también.