Postularse a una beca y en efecto, ganarla conlleva una serie de procesos que pueden resultar agotadores, pero a la vez gratificante. El hecho de recibir formación y capacitación en universidades de primer nivel abre un abanico de conocimientos, perspectivas y oportunidades a los estudiantes.
El problema está muchas veces que a los becarios que retornan al país después de varios años se les dificulta el hecho de reinsertarse en el mercado laboral, por su falta de red de contactos o por la falta de experiencia laboral.
Ernesto Rojas, presidente de la Asociación de Exbecarios de Taiwán, estudió por un año chino mandarín y posteriormente una carrera universitaria con relación al marketing, administración y gestión logística.
Él consiguió la beca a través de la Embajada de Taiwán y vivió en el país por cinco años. Retornó en el 2017 y en su caso particular explicó que fue a estudiar en el extranjero con 25 años y un networking desarrollado, por lo que al volver tuvo las herramientas de reingresar al mercado laboral.
“A un joven que va a los 18 años y regresa a los 22 o 23 le va a ser más complicado volver al no tener una red de contactos. El tener un título en el extranjero es valorado, pero se valora mucho más la experiencia laboral”, expuso.
Así también, indicó que desde la Asociación de exbecarios de Taiwán se generan alianzas con consultoras de recursos humanos tanto en el ámbito privado como público para facilitar la red de contactos.
Por otro lado, señaló que estudiar en el exterior es una experiencia enriquecedora pero que un título en el extranjero no le hace a uno mejor o peor profesional ni le da preferencia por sobre los que se formaron dentro del país. “Es desafiante, es bastante duro reinsertarse, pero a la larga con la perseverancia y tenacidad uno se va ganando espacios en el campo”, agregó.
Necesidad de un plan de reinserción
Rojas señaló que desde su visión personal es partidario de que uno debe luchar por conseguir su lugar dentro del campo laboral. Sin embargo, también expresó que debe existir un trabajo en conjunto con los actores como Becal, la sociedad civil, el sector público y privado en crear un circuito que ayude a los exbecarios a ingresar al ámbito laboral con sus nuevos conocimientos.
Asimismo, Gabriela Galilea, exbecaria de la Fundación Obama, refirió que justamente lo que aprendió durante su estadía en Estados Unidos por un año a pensar desde un punto de vista sistémico.
“Nuestra sociedad y la economía son un sistema. Por un lado, se forma talento, pero por el otro lado, cuando ese talento retorna al país existe un sistema que no está ajustado a esa nueva realidad”, manifestó.
Añadió que es un desbalance en que se debe trabajar y ajustar. Si bien los programas como Becal, Fulbright y otros, se encargan de capacitar al capital humano, también deben generarse políticas de reinserción tantos en el sector público como privado.
Galilea indicó además que además de las acciones a nivel institucional, hace falta un cambio cultural, que llevará su tiempo y hay que ir sembrando esa semilla de a poco.
Siempre es difícil volver
Gabriela resaltó que a todos los becarios le sucede lo mismo que al retornar a sus países les cuesta volver a la realidad, más para los que vuelven a naciones en desarrollo.
“Cuesta porque uno estudia y vive en un mundo con muchos recursos, eso hace que te parezca que todo es posible, uno vuelve y se encuentra con muchos obstáculos”, lamentó. No obstante, sostuvo que a pesar de ser una situación frustrante, ella pudo aprender de ello.
Situación de exbecarios de Becal
Federico Mora, coordinador general de Becal informó que el programa de becas posee un sistema en que los becarios que retornan al país deben completar datos como dónde trabajan, qué cargo tienen y cuál es su salario.
El informe que emitieron en enero de 2020 arrojó que de los 981 becarios que volvieron al país, un 78% declaró haber estado trabajando. De ese porcentaje el 64% se encuentra en el sector público, en su mayoría en el Ministerio de Educación.
Un 24% en el ámbito privado entre el sector productivo, las organizaciones no gubernamentales, agencias de cooperación internacional instaladas en Paraguay y un 2% en la academia, añadió Mora.
Futuro programa de retorno
Para el segundo semestre de este año, Mora anticipó que Becal espera que inicie la implementación del fondo de reinserción por un valor de siete millones de dólares, el cual estará a cargo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
“El fondo tiene tres tareas principales, sobre todo dirigir a los doctores que está formando Becal en el exterior”, afirmó Mora.
La primera tarea es vincularlos a tiempo completo a la academia, con un subsidio de dos años con la expectativa de que a partir del mes 25 la universidad sea quien se haga cargo de sus honorarios.
La segunda es financiar proyectos de investigación que vinculen la línea de investigación que realizaron los doctores en el exterior para que se desarrollen en el país y con ello generar redes internacionales.
La tercera es la creación de un fondo para la cofinanciación con el ámbito privado en iniciativas que permitan que el sector productivo pueda tener más herramientas de innovación.
Asimismo, Mora señaló que se espera que con reuniones sectoriales se logren redes de networking de conocimientos y oportunidades que permitan agilizar el proceso de reinserción.
Nuestra sociedad y la economía son un sistema. Por un lado, se forma talento, pero por el otro lado, cuando ese talento retorna al país existe un sistema que no está ajustado a esa nueva realidad.
Gabriela Galilea
Fundadora de Okimo
A un joven que va a los 18 años y regresa a los 22 o 23 le va a ser más complicado volver al no tener una red de contactos.
Ernesto Rojas
Presidente de la Asociación de Exbecarios de Taiwán
CIFRA: 981 becarios retornaron del programa de Becal, de los cuales el 78% declaró estar trabajando.
