Comentario 3×3
Por Benjamín Fernández Bogado
La situación administrativa del IPS no es para nada halagüeña, y lógicamente los jubilados están muy preocupados ante la posibilidad de que los fondos destinados para pagar sus salarios, remuneraciones en calidad de jubilados corre peligro ante la posibilidad de que esto termine enjuagando los problemas administrativos del pago de 16 mil empleados que tiene.
Si sumamos el escaso nivel de compromiso que tienen con la austeridad o con el trabajo eficaz en el manejo de las licitaciones, el IPS es un complejo social, político y económico del país que puede convertirse en una bomba de tiempo. En otros países cuando hicieron lo mismo, la gente ganó las calles y las manifestaciones pusieron de rodillas a los gobiernos, en algunos casos hasta acabaron con ellos.
El presidente Abdo y el Ministro de Hacienda, ex titular del IPS, Benigno López, deberían tener en cuenta y en consideración estas cuestiones. No porque estemos en pandemia la gente tenga temor a manifestarse o ponga su vida primero ante la propagación de la Covid. Se van a seguir viendo acciones de saqueo a las arcas públicas, deberíamos encontrar un modelo de gestión que cambie por completo lo que se viene haciendo al interior de la provisional.
Primero, debería otorgársele el control administrativo a sus verdaderos propietarios, los empresarios y los trabajadores, de ellos, de nadie más es el IPS, y son ellos quienes deberían determinar qué fondos van a la jubilación y se convierten en intocables, y qué fondos deben darse a la cuestión de la salud para que haya la cobertura adecuada cuando se quisiera.
Aquí es todo al revés, el mayor acreedor del IPS que es el Estado le debe hoy US$ 400 millones y es el que pone al presidente y a su Consejo Administrador, además quiere echar mano a los fondos jubilatorios con lo cual entraría a una situación de interrogante, el pago a futuro.
Podría pasar como en Argentina, que después de haber cobrado una suma determinada por jubilación terminan cobrando una muy pequeña debido a la situación económica por la que atraviesa el país. Los antecedentes de Benigno López tampoco ayudan mucho a tener una mirada tranquilizadora en toda esta cuestión, pero lo concreto y serio es que el IPS no puede seguir siendo administrado como hasta ahora.
