Estamos aún teniendo inviernos que van desde muy fríos hasta muy cálidos como los que tuvimos la semana pasada en Paraguay. En Europa lo mismo pero con calores nunca soportados.Diferencia importante más sensación igual, de lo que sabemos en el sur lo que consisten en serios veranos que aún siendo diferente a lo que signifique el vivir con poca ropa encima. Esta verdad se hace sentir con características serias cómo lo que registra los EEUU en esta temporada en la que el calor se hace realidad. El clima parece haber perdido el control regulador y lo estamos pagando.
En EEUU especialmente en los estados del sur donde el calor se siente con más intensidad por la sequía que se hace presente por la elevada sensación térmica que no solo afecta al medioambiente y naturaleza sino a la misma población que debe acudir a su ingenio para hacerse no sólo de espacios frescos. El consumo del líquido vital es demandante y se resiente por la falta de suministradores por efecto de la sequía.
Algunos dicen que esto puede deberse a la respuesta desesperada de una naturaleza ahogada no solo por el calor o el abuso que hacemos de ella los seres humanos, que tenemos además de la culpa por elevar o reducir las temperaturas del mundo. Esto nos obliga a vivir los rigores y cambios intensos de clima padeciendo todo lo que eso signifique para nuestra salud y medioambiente.
El río Colorado proporciona agua a 40 millones de personas en siete estados del Oeste de Estados Unidos, así como en México , y ayuda a alimentar una industria agrícola valorada en 15.000 millones de dólares al año. El sistema en expansión proporciona agua a Colorado, Wyoming, Utah, Nuevo México, California, Nevada y Arizona antes de fluir hacia México y ese cauce hídrico sufre de la sequía que afecta directamente a la población circundante.
Buscar reparar
Intentar satisfacer su sed y dar uso al agua no sólo para uso particular sino para la misma naturaleza que vive sólo gracias a un bien natural, no tan bien cuidado ni administrado que no solo se ve carente en Europa sino también en los EEUU constituye un gran problema.
Las extremas temperaturas que pueden traer consigo incomodidades cómo lo hace el verano no solo en el hemisferio sur del mundo, sino así cómo en tiempos de globalización vemos cómo se hace real que el aleteo de una mariposa en un extremo del mundo puede provocar un terremoto en en el otro extremo. Vivimos en un mundo compartido y debemos actuar igual. Es fácil distinguir los efectos que causa el ser humano con la contaminación o uso inconsciente de los hidrocarburos que pueden y a bajan o aumenta la temperatura de inviernos o veranos en el planeta pero resulta difícil hallar las soluciones.
Una casa común que muta no solo en infraestructura y población sino en la condición de sus estaciones y la transición de las mismas que se adelantan o se atrasan. Esto a su vez crea una confusión en los termostatos del ser humano y su medio ambiente, que cómo todo ser vivo reacciona, mostrándose feliz o inconforme con lo que le toca experimentar. Ya padecemos las consecuencias es hora de resolver sus causas.-
