La ex viceministra de la Mujer y abogada, Liliana Zayas, señaló que la violencia contra la mujer es histórica y que en la actualidad la diferencia es que se hacen visibles estos hechos.
“A partir de la lucha de muchas mujeres que vinieron antes que nosotros, fuimos visibilizando esa desigualdad estructural que existía entre hombres y mujeres
con la que fuimos educados”, afirmó.
Mencionó que estas formas y manifestaciones de muerte, con tortura, flagelaciones y cercenamiento de los cuerpos denotan desigualdad entre ambos géneros y muestran a la mujer como una cuestión de propiedad y de dominio.
Explicó que los hombres recibían con anterioridad un mandato de poder, de control y de dominio de forma cultural, social y estructural por parte de la sociedad. En contra parte, el sometimiento, la subordinación y disminución con relación a él era destinado a la mujer.
Afirmó que la desigualdad entre hombres y mujeres es histórica y que se puede observar con la asignación de roles y estereotipos, lo que es para el hombre y lo que no es para la mujer.
LAS MUJERES Y EL DERECHO
Resaltó queen la Constitución de 1992 un grupo de mujeres que representó a todas las paraguayas en una Convención Nacional Constituyente, logró instalar en la Constitución Nacional el principio consagrado en el artículo 48 de igualdad entre hombres y mujeres.
“Esas garantías de igualdad en el acceso a la justicia, a las funciones públicas, la prohibición de la violencia en el ámbito intrafamiliar, son un signo de compromiso asumidos ya por el Estado paraguayo”, expuso.
Recalcó que incluso en la época de la dictadura, el primer instrumento de derechos humanos fue la convención de Serau, ley 1215 del año 1986.
“Ese fue el primer tratado de derechos humanos que asumió el Estado paraguayo incluso en una época en la que estaban negados los D.D.H.H y fue dirigido a no discriminar a las mujeres, como un principio de visibilizar que los derechos de las mujeres son derechos humanos”, expresó.
Relató que en durante la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer en Beijing, realizada en 1995, se asumió que toda violación de los derechos a las mujeres es una violación a los derechos humanos.
Al mismo encuentro se sumó la convención de Belém do Pará, para poder prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres. Subrayó que estos sucesos integran el ordenamiento político supranacional establecido en la Constitución Nacional, fundado en el artículo 175 y otros, que visibilizan el compromiso del Paraguay con los derechos humanos en general y de las mujeres.
LA ACTUALIDAD
Determinó que la situación que estamos viviendo actualmente es algo que históricamente siempre sucedió, la violencia dirigida a las mujeres por ser mujeres, que no eran visibilizadas ni en la norma ni en la cultura.
“Hoy si podemos hablar de un corto informativo desde estas leyes que mencioné. Sin embargo, la normativa no alcanza si el ciudadano, las instituciones y el Estado garante no se compromete en su conocimiento, aplicación y en el respeto a las normas que hacen a nuestros derechos humanos”, apuntó.
Comentó que la antropóloga Rita Segato, mencionó que los hombres también son víctimas de este mandato que se les impuso cultural y estructuralmente sobre la base del patriarcado y de la educación patriarcal.
“Por eso una medida de prevención por excelencia es la educación, en igualdad dentro de los hogares”, remarcó.
Instó a fijarnos en cómo educamos a nuestros hijos, si seguimos educándolos con esa diferenciación de roles y estereotipos.
“El sistema educativo del Estado tiene una asignatura pendiente en cumplir con los compromisos asumidos a nivel interamericano y universal. Hay que poner al hombre y a todos los ciudadanos a trabajar en deconstruir estos roles y estereotipos que nos fueron social y culturalmente asignados para poder disminuir esas brechas de desigualdad por-
que donde hay desigualdad, va a seguir imperando la violencia”, finalizó.
LOS NÚMEROS
La abogada Melissa Vargas, del Servicio de Apoyo a la Mujer (SEDAMUR), dependiente del Viceministerio de Protección de los Derechos de las Mujeres, sostuvo que están cerrando el año con una cifra de 34 feminicidios hasta el momento, con 56 víctimas colaterales, que serían los huérfanos que quedaron a raíz de los feminicidios.
Determinó que estos hechos tienen que ver con que la mujer trata de romper con el ciclo de la violencia que están viviendo y los agresores “no lo pueden tolerar”. “Inclusive vemos varios casos en los que se suicidan posterior al crimen”, sentenció.
Enfatizó que desde el ministerio de la Mujer trabajan con la prevención, para que no se llegue a esa situación y articular a las demás instituciones que conforman la ruta de acción, como el Poder judicial, la Fiscalía, la Policía Nacional y las comisarías.
“Estamos siempre insistiendo, a pesar de que a veces tengan ese preconcepto de
que una mujer ya denunció varias veces y va a volver con el victimario. Tienen que
tomar la denuncia todas las veces que las mujeres se acerquen hasta la comisaría”, acotó.
Que se pueda dar este tema del control, que este cumpliendo la presión domiciliaria, con la orden de alejamiento, está siempre en vista estos proyectos de las tobilleras electrónicas, que siempre está ahí para un control cuando ya hay medidas de protección.
Asimismo, aseguró que dicha cartera brinda atención a mujeres en situación de violencia y que buscan es que rompan ese ciclo de violencia en el que se encuentran.
“La dependencia emocional y económica hacen que ellas estén en esa situación”, garantizó.
Finalizó aseverando que realizan contención psicológica, orientación legal y seguimiento de los casos para que ellas puedan realizar sus denuncias e igualmente cuentan con albergues para que puedan ingresar con sus hijos menores si la dependencia es económica.
Si estás pasando por una situación similar podés contactar al 137 SOS Mujer.