Edad media

Nuestra foto de tapa de ayer resume el insoportable atraso que padecen los servicios públicos. Una chatarra del año cero debió ser empujada por los propios pasajeros para superar un asfalto encharcado por la lluvia y acribillado de baches, zanjones anegados y basura llevada por el raudal. Ni llamando a un concurso de creatividad se podrían reunir tantos indicadores de atraso juntos. Es lo que vemos a diario y de tanto verlo, ya casi ni le prestamos atención, salvo cuando algunos de esos camiones -mal llamados ómnibus- nos deja en la calle después de romper algún hierro oxidado o cuando alguien mete el tren delantero en el bache de turno y siente que el motor de su auto se le está llenando de agua.
Subleva ver cómo ciudades del entorno regional experimentan avances. Asunción no se puede comparar con capitales del cono sur, porque perdería de aquí a la Luna. Buenos Aires con su rápida transformación, Sao Paulo -que no es capital nacional pero sí una urbe mundial- con sus servicios públicos de avanzada, Santiago de Chile con sus ómnibus eléctricos articulados… para qué seguir.
¿Qué maldición ha caído sobre esta bendita ciudad desde Salazar y Espinoza para ser gobernada por la interminable sarta de incompetentes que periodo tras periodo desfilan por el despacho de la Intendencia Municipal, “acompañados”, por supuesto, por verdaderos cardúmenes de concejales que solo saben maniobrar para atornillarse en el cargo y enriquecerse sin parar. Ni siquiera han sido capaces de solucionar un servicio básico como juntar la basura con perspectivas de futuro. Ahora dicen que van a cerrar Cateura, que más o menos ha venido manejando la disposición final de residuos aunque a costa de destruir por completo uno de los entornos naturales más bellos de la ciudad. Así que de “peor es nada”, el municipio asunceno pasará a “quien sabe qué” cuando el vertedero de Cateura sea clausurado y los recolectores deban ir a tirar la basura a Dios sabe dónde.
Es deprimente tener que repasar estos ítems que radiografían la inexistencia de un verdadero servicio municipal: ni cloacas, ni desagües pluviales, con pavimento y recolección de basura de la edad de piedra y caos en el uso de espacios públicos.
¿Para eso pagan impuestos los contribuyentes asuncenos?
Frente a las próximas elecciones, no hay indicios de que algo vaya a cambiar.