Casi dos meses después de caer en la final del Abierto de Estados Unidos frente al ruso Daniil Medvedev, el tenista serbio Novak Djokovic volvió a las pistas para ganar al húngaro Marton Fucsovics (6-2, 4-6 y 6-3). De esta forma selló su clasificación para los octavos de final del Masters de París.
“Nole” decidió no culminar el curso tras la dolorosa derrota en la final del Abierto de Estados Unidos. Se quedó a un sólo partido de completar el Grand Slam en un mismo año y de romper la igualdad que mantiene con el suizo Roger Federer y el español Rafael Nadal, todos con veinte títulos.
El principal objetivo de Djokovic es ahora cerrar la temporada con el número uno que se disputa con Medvedev. Lo puede hacer en París, si gana su sexto trofeo o si llega más lejos que el tenista ruso en la competición. Si lo consigue, además superará el récord de Pete Sampras, que acabó seis temporadas en lo más alto del ránking. Djokovic, en ese caso, lo haría siete veces.
Por eso, el enfrentamiento ante Fucsovics no era cualquier cosa. No era uno más. Iba a medir el nivel de recuperación de Djokovic después de tres derrotas muy dolorosas casi seguidas en las que se dejó por el camino dos medallas en los Juegos Olímpicos de Tokio y el título en el Abierto de Estados Unidos.
A Djokovic sólo le temblaron las piernas durante el segundo set. El primero, lo ganó fácil, 6-2 en apenas 38 minutos. Sin embargo, los fantasmas llegaron después, cuando Fucsovics, número 40 del mundo, anduvo más fino y consiguió una rotura de servicio en el tercer juego. Fue suficiente para ganar la manga, pero no el partido.
El tenista serbio despertó a tiempo de evitar otro sofoco y en el último set, aunque cedió su servicio en el sexto juego, se llevó la victoria con claridad después de firmar un 6-3 definitivo con el que alcanzó la tercera ronda del Masters de París. El francés Adrian Mannarino o Gaël Monfils, será su rival EFE