Comentario 3×3
Por Benjamín Fernández Bogado
Estados Unidos se debate en un mar de conjeturas e incertidumbres porque tienen un presidente que no quiere aceptar que es un perdedor de las últimas elecciones. Ha hecho toda su vida de los reality poniéndose siempre en papel de ganador y siendo él la persona que cesaba a los otros.
Ahora es el pueblo norteamericano que ha decidido cesar a él, harto de sus desplantes, de sus arrogancias, de sus muestras de falta de empatía. Todo eso cansó al electorado norteamericano y al modelo de las repúblicas bananeras.
Donald Trump ordena a su amigo el fiscal general que se dedique a investigar si hubo fraude o no. Uno de los subordinados del fiscal general se resiste y dice que renuncia a ser utilizado como un argumento de tipo político el brazo de la justicia, muy diferente a lo que tenemos en el Paraguay, donde el Ministerio Público es el brazo largo de la política nacional y de algunos que han dejado circunstancialmente el poder político.
El día que tengamos fiscales que le digan a sus jefes “yo no voy a investigar esto porque es una agenda particular, personal, crematística o política tuya”, en ese momento vamos a ver también el rebrote de una institucionalidad bastante perdida entre el temor a perder el cargo o la posibilidad de ser cesado del mismo.
Es el tiempo de sacudirnos a los paraguayos también de esta pobreza institucional y necesitamos para eso gestos heroicos, fiscales heroicos, gente que desde la Justicia se anime a decir “estamos dispuestos a enderezar entuertos”.
