Las redes sociales son plataformas digitales que permiten a personas y organizaciones conectarse a través de intereses o valores comunes, Su principal función es conectar personas, pero también permiten compartir información, opiniones, documentos, pensamientos y noticias y lo que puedan absorber nuestros ojos y oídos, que puede ser cosas que nos sirvan o no de acuerdo a lo publicado y quien lo haya hecho.
Las redes sociales son canales para hacer común iniciativas, novedades y también son medios de comunicación, a veces creemos de manera instantánea entre personas de un país o región del planeta.
Existen muchas redes allí afuera donde exponemos nuestras ideas, imágenes o lo que se nos “cante” hacer público. Las actuales conocidas y muy usadas cómo Facebook, Youtube, Instagram han tenido su capítulo de complicaciones por publicaciones de usuarios que han estado fuera de lugar en algún momento, condición o lugar de la publicación realizada. Telegram es una aplicación de mensajería instantánea que permite chatear con contactos, enviar mensajes de texto, audio, llamadas y videollamadas, y compartir fotos, vídeos, archivos, stickers y ubicación. Es un sistema de mensajería instantánea que, dada su potencia y capacidad de crear canales para compartir con multitud de usuarios.
Complicaciones jurídicas
Se convierte también en una suerte de red social como el caso de Telegraph cuyo CEO o Chief Executive Officer Pavel Durov enfrenta cargos preliminares en Francia por permitir delitos en la aplicación de mensajería. Durov , fundador del servicio de mensajería en línea Telegram que empezó en el año 2013, fue imputado y puesto bajo supervisión judicial por varios delitos, entre ellos “blanqueo de delitos o delitos cometidos por una banda organizada”, anunció este miércoles la fiscal de París Laure Beccauau.
Por su perfil tecnológico, su fortuna y edad, muchos han bautizado a Pavel Valeryevich Durov como el “Mark Zuckerberg ruso”. También por su papel pionero en el mundo de la tecnología. Esta aplicación registra 900 millones de usuarios activos en agosto de 2024 en todo el mundo. Durov, de 39 años, no ha sido puesto bajo prisión preventiva, sino bajo supervisión judicial, y tiene que pagar una fianza de 5 millones de euros (4,2 millones de libras; 5,6 millones de dólares). Ahora no se trata solo de una mala mala maniobra del usuario sino de la persona administradora de la red que no puede salir de Francia por una investigación criminal.
Lo que ya es público en el mundo acerca del caso es que fue detenido como parte de una investigación sobre las acusaciones de fraude, tráfico de drogas, crimen organizado, lavado de dinero, promoción del terrorismo y abuso sexual de niños. Crímenes que en el mundo estamos de acuerdo deben ser identificados y penados por las autoridades calificadas y reconocidas por cualquier estado y nación para interrumpir o poner fin al desarrollo y avance de la fuerza del mal no solo en nuestra ciudad o país sino ya en el mundo desde que en la década de 1960 ARPANET haya iniciado las pruebas de su funcionamiento en los EE.UU, donde su población y aquellos de visita usan intensivamente este canal para exhibir sus pensamientos o sus figura y propiedades cómo para alimentar la vanidad propia, que aunque no sea un crimen, llega a molestar a quienes no tengamos la posibilidad de viajar a los lugares expuestos o poseer lo que muestren tener otros internautas.
Lo sucedido a Durov no afecta a su plataforma que puede seguir siendo descargada y usada por quienes opten por telegram en vez de whatsapp o lo que exista en las ofertas abiertas para el intercambio de mensajes o socialización de proyectos o ideas que sirvan al usuario de la red q nos puede servir para conectarnos o enredarnos cómo terminó el patrón de Telegram en Francia por la mala administración de su red que puede ser suspendida si es usada para distribuir: Correo basura o publicidad. El dueño de las plataformas no es impune a los hechos delictivos que pueden ocurrir en su territorio y de eso se trata el caso del ruso detenido en Francia.
