Dos triunfos consecutivos de la selección de Uruguay en el momento más delicado de las eliminatorias del Mundial de Catar 2022 dejan a la Celeste en la cuarta posición de la tabla, lo que supone el mejor debut para el técnico, Diego Alonso, que está cerca de firmar la clasificación para la gran cita.
El nuevo seleccionador uruguayo hizo gala de su apodo, ‘Tornado’, y ofreció una nueva cara de este combinado que, tras 16 años, contaba en el banquillo con una persona diferente a Óscar Washington Tabárez, cesado en noviembre pasado, cuando la Celeste había encadenado un empate y cuatro derrotas consecutivas.
Con una victoria por 0-1 ante Paraguay pero, sobre todo, con una goleada avasalladora (4-1) frente a Venezuela, Uruguay volvió a tener sueños de Mundial a falta de dos jornadas para culminar la serie.
Pese a los pocos días de entrenamiento, este Uruguay de Alonso empieza a mostrar sus características: presión en todas las líneas, juego rápido por las bandas y una defensa parada lejos de su guardameta.
Tal vez lo mejor de esta doble jornada para la Celeste fue que se reencontró con lo que parecía haber perdido: el gol.
Luis Suárez -tanto ante Paraguay como ante Venezuela-, Edinson Cavani, Giorgian de Arrascaeta y Rodrigo Bentancur fueron los goleadores de este equipo que llevaba cinco partidos sin ganar y un solo gol.
Lejos quedaron ya las duras goleadas ante Argentina por 3-0 y Brasil por 4-1 y ahora la Celeste sabe que depende únicamente de sí para volver a la cita mundialista.
Si bien el entrenador asegura que el mérito de las victorias es 100 % de los futbolistas, el ‘Tornado’ tuvo en Facundo Pellistri al gran acierto de esta doble fecha.
En declaraciones previas a la doble fecha, el entrenador dijo que buscaba en el joven futbolista del Alavés su picardía, desborde y velocidad.
Pellistri no defraudó. Pese a contar con pocos minutos en su equipo, fue titular en la Celeste y en ambos partidos tuvo un buen papel. Lo más destacado fue ante Venezuela, con una gran jugada en la que dejó por el camino a cuatro futbolistas y sirvió una asistencia para el gol convertido por De Arrascaeta.
La parte más floja del equipo, sobre todo pensando en que se vienen dos rivales de mayor jerarquía individual y colectiva y que, al igual que Uruguay, pelean por estar en Catar, estuvo en la salida del fondo.
Errores en el manejo de los pies del portero, Sergio Rochet, y distracciones en la zaga, como la de José María Giménez que permitió el único gol de Venezuela, serán cosas para trabajar.
Junto a las dos victorias, a Uruguay también le ayudaron los resultados. Lo que arrancó como un séptimo lugar cargado de incertidumbre hace poco más de una semana, culminó con una cómoda cuarta posición.
Ahora, un triunfo ante Perú en el mítico estadio Centenario de Montevideo y una caída o empate de Chile ante Brasil pondrá en los pasaportes Celestes el sello de Catar de manera directa. Algo que, semanas atrás, parecía impensable.
Aunque esta doble fecha tiene el matiz de que los rivales fueron los dos peores equipos de la clasificación, Uruguay mostró aspectos positivos que lo invitan a soñar.
Pero el camino no será sencillo ya que enfrente tendrá a dos rivales que se juegan al todo o nada por una plaza. Mientras Perú llega de empatar ante Ecuador, Chile acudirá a las últimas dos fechas con la esperanza de haber vuelto al triunfo.
El peso de la camiseta, la experiencia de referentes como Suárez, Cavani o el capitán, Diego Godín, y el desparpajo de aquellas joyas con hambre de gloria serán clave para estas últimas dos fechas en las que la Celeste se jugará todo.
Dicen que siempre sale el sol tras la tormenta y ese parece ser el caso de Uruguay que, tras varios partidos donde el cielo parecía gris, ahora se reencontró con su Celeste característico que intentará, una vez más, estar en un Mundial. EFE