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Desigualdades

Así somos en este país, ya lo sabemos, pero en este caso los irresponsables son los que sacan ventaja a costa de otros. El relajo en los controles policiales y fiscales desde hace mucho tiempo motiva el desinterés de algunos locales comerciales de respetar las restricciones de horario y aforo por pandemia.

Es tiempo de recuperar lo perdido, también lo sabemos, pero el modo de hacer mover la rueda económica para ellos es ser complacientes con jóvenes irresponsables que poco cuidado e interés tienen por entender la situación de emergencia en que vivimos. El cuidado a los mayores y los grupos de riesgo está muy lejos de sus temas de debate; la prioridad es la diversión y esto se refleja en los videos que recorren las redes sociales y los grupos de whatsapp, como ya nos tienen acostumbrados los fines de semana. Por hacer más dinero no solo abusan de la competencia desleal, sino también sirven como vía rápida de propagación del virus, aun cuando los médicos expresan desesperados que ya no hay lugares en hospitales públicos.

Al otro lado están los que cumplen y los que con mucho esfuerzo hacen lo imposible por mantener la formalidad. El golpe económico sigue pegando duro y la desventaja económica es más creciente aún. Para los realmente formales; los que la siguen peleando y los que tuvieron que salir adelante sin ninguna asistencia estatal, la recuperación volverá más tarde que temprano. Muchos ya están resignados.

Esta desigualdad se plantea porque existe la impunidad. Si un infractor sigue en las mismas, no hay seguridad de que exista intervención, alguna causa fiscal de investigación o incluso alguna sanción sobre los hechos. Es hora de actuar sin perder tiempo. Las autoridades tienen la brillante oportunidad de hacer cumplir la ley y hacer que las normas sean para todos.

Juan Cáceres Troche
Juan Cáceres Troche
Desde la Platea

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