Juan Pablo Fernández Bogado
Desde que, hacia el final de la semana pasada, las autoridades del ejecutivo, que trabajan directamente en el combate de esta pandemia, de forma desesperada han tenido que buscarle la vuelta de contener el avance del COVID, ante un sistema de salud desprovisto de capacidad de atención y casi colapsado por su ineficiencia y corrupción, solo me vino a la mente la palabra “DESDEN”. La misma hace referencia a no considerar de importancia una cosa o mostrar una actitud de desdén hacia una persona o una cosa. Esto es lo que han demostrado al elaborar el decreto número 3964, dejando relucir con este ejemplo, cómo están “administrando”.
La cuarentena social, como la denominaron tiene muchísimas imprecisiones, incoherencia y falta total de lógica, que reafirma el concepto de “DESDEN”, porque lo hacen sin pensar, obligados y faltos de patriotismo. Para que el resultado de su trabajo demuestre lo contrario a la resulta que arrojan, deben de concentrarse en el país y no en los negociados.
Desde hoy y por dos semanas, todos los habitantes de Asunción y Central solo podremos salir de 05:00 a 20:00 hs y se prohíbe adquirir bebidas alcohólicas luego de pasadas las 20. En medio de tantas incongruencias lo que más llamó la atención fue lo de estar encerrados en nuestras casas a las 8, pero los locales gastronómicos pueden abrir hasta las 23. La pregunta que me hago es si el que redacto esto ya fue “peluqueado” como decimos en “paraguayo”.
Ahora bien, es inaceptable que, entre los casi 400.000 mil funcionarios públicos, no se pueda elegir a los pocos buenos para armar una comisión que solo se dedique a redactar decretos y no tengan estos errores que solo desnuda las incapacidades de comunicación, gestión y mando que tienen todos los gobiernos desde el fin de la dictadura. En más de 30 años no se pudo armar un equipo élite para las cosas básicas. Eso demuestra devuelta que los que administran lo hacen para ellos y no para sus mandantes.
Sr. Presidente, por el bien de todos, rodéese de los mejores y deje de lado los lambiscones. Tiene algunos buenos voceros y tiene en su poder la oportunidad de elegir a mejores escribas. Hágalo, pero hágalo, sin esperar otro decreto cantinflesco.
Termino con una frase que dice: “No hay excusas para quien tuvo mil oportunidades de hacer las cosas bien y decidió seguir haciéndolas mal.
Demuestre que entendió!
