La Prof. Dra. Leticia Florentín, jefa del Departamento de Nefrología Pediátrica de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Asunción, informó que desde el 2016 pudieron llevar a cabo los trasplantes de riñón en niños, que suman 17 hasta ahora. Es importante destacar que primero tuvieron que formar a los especialistas.
“Creamos el posgrado, conformando un mínimo número de especialistas. Empezamos con el trasplante que es la modalidad de tratamiento óptimo para los niños con enfermedad renal crónica y que en general uno tiene que apostar a trasplantarlo lo más rápido posible”, destacó.
Detalló que el plazo ideal para que el niño reciba el implante es aproximadamente a los seis meses, máximo un año, de que haya iniciado su terapia de reemplazo renal. Dijo que inclusive, desde hace unos años, se propugna el trasplante adelantado en menores y adultos, es decir, cuando todavía no está en una etapa de enfermedad renal crónica terminal, es decir antes de que requiera la terapia de reemplazo renal.
El tema de la donación de órganos considera que mejoró mucho. “Antes era mucho más difícil. Siguen algunas limitaciones en el sentido de que para los niños el donante no debe superar los 35 años de edad y cuanto más coincida con su edad mejor. Eso va en relación al tamaño del riñón, ya que si es muy grande no va poder ajustarse a la cavidad abdominal del niño que es pequeña”, subrayó.
La alternativa ante la falta de donantes cadavéricos sería la donación que pudieran hacer personas vivas de uno de sus riñones, que sería uno de los padres y en caso de tener un hermano debe ser mayor de edad, y también podría ser algún tío o pariente cercano. Afirmó que es una ventaja el que pudiera ser un familiar cercano, porque la compatibilidad es muy buena y eso hace que la duración del riñón implantado sea muy superior al del donante fallecido.
De todos modos, comentó que el órgano del donante fallecido también puede tener un funcionamiento óptimo si se selecciona en base a la compatibilidad. Por tanto, también la duración del implante es óptima.
Afirmó que entre el 10 a 15% de los pacientes del Departamento de Nefrología Pediátrica de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Asunción tienen enfermedad renal crónica. La mayoría tienen enfermedades agudas, que son potencialmente reversibles, es decir, con un diagnóstico precoz y adecuado, se curan sin dejar secuelas.
Agregó que hasta el momento se sienten satisfechos porque desde el 2016 hasta ahora trasplantaron a 17 niños. “Realmente tenemos pocos pacientes en hemodiálisis en este momento, eran cuatro, pero se van sumando. Por ejemplo, esta semana nos vinieron dos hermanitos con enfermedad renal crónica terminal, gemelos. Son niños pre adolescentes”, informó.
Equipo multidisciplinario
En cuanto al equipo multidisciplinario señaló que trabajan con cirujanos de adultos, pero con entrenamiento pediátrico. “Se han entrenado con nosotros y nos va bastante bien. Entonces tenemos urólogos y tenemos cirujanos vasculares que nos ayudan en el acto quirúrgico”, detalló.
La Prof. Dra. Florentín enfatizó que el trasplante no es un acto quirúrgico solamente, a pesar de ser fundamental y donde juega un papel preponderante la idoneidad de los cirujanos, sino que también es de mucho valor el equipo de nefro pediatras que maneja todo el pre operatorio, coadyuva durante el procedimiento y después del acto quirúrgico hace los controles al paciente de por vida y a esto se suma el importante aporte de los medicamentos como los anti rechazo que provee el Instituto Nacional de Ablación y Trasplante (INAT).
El primer trasplante
Recordó que el primer trasplante realizado por el Departamento de Nefrología Pediátrica de la FCM-UNA fue un 8 de diciembre de 2016 a Luz Milagros Salinas cuando tenía 16 años de edad.. Agregó que cuando cumplió 18 años ya le pasaron al seguimiento al Departamento de Nefrología Adultos porque así se procede cuando el paciente ya cumple la mayoría de edad.
Relató que la entonces adolescente llegó al hospital con su enfermedad renal crónica terminal y tenía todas las secuelas, tales como estatura baja, delgadez extrema, huesos deteriorados por la enfermedad renal crónica de larga data. Añadió que la historia de éxito presentó al Senado junto con el Prof. Dr. Jorge Flores.
En tal sentido, dijo que se aprobó tanto en la Cámara de Senadores como de Diputados y promulgado por el Poder Ejecutivo, con el aval del Ministerio de Salud, la creación del día Nacional del Trasplante Pediátrico el día de la Virgen de Caacupé, el 8 de diciembre. Considera esto como un reconocimiento al trabajo, lo cual les pone contentos y llena de orgullo, por lo cual en esa fecha cada año van a estar organizando un acto importante.
Difícil momento
Por su parte, Luz Milagros, oriunda de San Ignacio (Dpto. de Misiones) y donde vive hasta ahora, comentó que le diagnosticaron insuficiencia renal crónica a los 14 años de edad en el Hospital de Clínicas. Dijo que llegó solamente para un control, pero la realidad fue otra.
Recordó que inicialmente, por cuatro a cinco meses, le trataron con diálisis peritoneal. Seguidamente, le operaron para ponerle la fístula a fin de poder realizarse la hemodiálisis, tratamiento con el cual estuvo por dos años y cinco meses hasta que por fin pudo trasplantarse un 8 de diciembre de 2016, día de la Virgen de Caacupé.
Refirió que al principio le costó muchísimo aceptar su enfermedad, ya que en plena adolescencia debía de estar sometida a una máquina tres veces por semana, dejando su casa, su familia y amigos, con el consuelo de que su mamá le acompañaba y que fallecido padre también fue muy importante en su tratamiento. Vivía viajando de su distrito hasta San Lorenzo, porque en ese entonces no había en Misiones donde dializarse.
Dijo que el trasplante le ayudó a ir cumpliendo metas y sueños, como estar cursando actualmente el tercer año de la carrera de administración de empresas así como volver a reunirse con amigos. “Siempre que me dializaba le pedía a Dios que algún día se cumpliera el sueño tan anhelado de llegar al trasplante. En dos ocasiones me llamaron para el trasplante pero no se dio y la tercera vez fue un siete de diciembre y se concretó un 8 de diciembre. Fue un milagro, en el día de la Virgen, y casualmente yo me llamo Milagros”, subrayó.
Instó a las personas a decir siempre sí a la donación de órganos porque de esta manera, a pesar del dolor de la familia que pierde a un ser querido, deben saber que dan una valiosa nueva oportunidad de vida a otras personas. Ponderó la calidad humana y profesional de los médicos y personal de blanco en general del Hospital de Clínicas de la FCM-UNA.
