Triquiñuelas para convertir la Constitución en papel higiénico
Aunque tal vez escape al lenguaje académico, podríamos intentar definir la democracia líquida como aquella en que el contenido modela la forma del continente y no a la inversa, como vendría a ser la democracia sólida en la que el continente (la Constitución y las leyes) modela la vida institucional de la República. En ese sube y baja nos hemos estado moviendo las últimas tres décadas.
Los colorados ya están pensando qué hacer si Mario Abdo Benítez, con mandato constitucional hasta el 15 de agosto de 2023, gana las internas coloradas y con ellas la presidencia de la ANR a la cual acaba de candidatarse dando al traste con las incompatibilidades constitucionales. El vicepresidente Hugo Velázquez lo ha anticipado.
Conocidos los resultados de la interna para renovar autoridades, la fórmula ganadora es convocada a sesión en la Casa de los Colorados a fin de constituir la mesa directiva: presidente y tres vicepresidentes. En la épica colorada, el orden de los factores determina invariablemente la conformación de la cúpula partidaria. En el tramo final de la dictadura, la fórmula única, producto de la “unidad granítica”, se integraba con Sabino Montanaro, Adán Godoy Giménez, Mario Abdo Benítez -padre del actual Presidente de la República, ya fallecido- y J. Eugenio Jacquet, en ese orden. Se procedía a la liturgia de la proclamación del cuatrinomio triunfante, dando a conocer la cifra de votos emitidos, para abrir a continuación la sesión de instalación. Con la prosopopeya del caso, el ujier proponente se levantaba de entre los presentes en el abigarrado Patio de los Colorados y tras una catarata de hurras lisonjeros, cantaba a voz en cuello el nombre de Montanaro. Otros disciplinados hurreros propondrían, a su turno, las tres vicepresidencias. Esto estaba libretado y ajustado a los estatutos partidarios.
Queda claro que el anuncio del Sr. Velázquez no es sino una reproducción de este modus operandi de la ANR que no ha cambiado en absoluto durante el periodo democrático. Forzando el artículo 237 de la Constitución que fija las incompatibilidades para el cargo de Presidente de la República, Abdo encabezaría el cuartaeto para la mesa directiva pero no asumiría, dejando el curul principal al vicepresidente primero. Así, en alegre comunión de almas republicanas, se pasarán la Constitución por donde ya podemos imaginar.
Y a otra cosa.
