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Decí “sí” al sexo durante el embarazo

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Uno de los mayores mitos que siempre se escucha es que tener sexo durante el embarazo puede perjudicar al bebé en camino, por ello, una alta cifra de gestantes eliminan sus relaciones sexuales durante todo ese tiempo.

No obstante, en el periodo de gestación puede presentarse un aumento del deseo sexual y la capacidad de sentir más placer, pero los temores pueden influir en la intimidad de la pareja. 

Según la Directora de Programas de Salud del Ministerio, Patricia Veiluva, las relaciones sexuales están permitidas siempre y cuando no existan contraindicaciones médicas, en la medida de lo posible que el crecimiento del útero lo permita y si el embarazo es saludable, se puede tener una vida sexual activa.

Únicamente supone un riesgo en casos muy específicos, cuando hay antecedentes de aborto espontáneo o parto prematuro, si existe sangrado o flujo vaginales, si se produce pérdida de líquido amniótico o placenta previa o si se padece una enfermedad de transmisión sexual.

En lo que respecta a los denominados embarazos de riesgo, será el ginecólogo quien debe determinar si se puede o no mantener relaciones sexuales. 

“No existe posibilidad de que le hagan daño al bebé con el sexo, pero sí se recomienda el uso sistemático del condón porque sabemos que somos un país endémico en dengue, chikungunya y zika, y el zika produce algún tipo de malformación y también se transmite a través de las relaciones, lo que podría causar daño en el feto”.

Asimismo, señaló que hormonalmente no hay ningún problema, pero psicológicamente la madre puede estar concentrada en el bienestar de su embarazo y su bebé, y eso se puede interpretar como una negación del deseo sexual. La doctora dijo que el temor se puede disipar conversando con el especialista tratante.

“Ser mamá no implica dejar de ser mujer. Es un estado fisiológico y el cuerpo de la mujer está preparado si las condiciones están dadas. Si el sexo es seguro y que sea dentro de las intenciones de ambas personas, eso es importante”, señaló la experta.

CONSEJOS PARA UN BUEN SEXO

Los especialistas afirman que el bebé está protegido por el abdomen de la madre y por la bolsa de líquido amniótico, pero sí es cierto que habrá que adaptar el modo en que se llevan a cabo las relaciones sexuales a medida que avanza el embarazo para que sean cómodas y ambos miembros de la pareja puedan disfrutar plenamente.

La práctica del sexo impondrá la necesidad de buscar posturas cómodas para la mujer, dado el crecimiento de su abdomen. Las más recomendables son aquellas en las que la mujer está encima, en las que el hombre se sitúa en la espalda de la mujer o en la que ésta se apoya sobre las manos y las rodillas. 

No hay que dejar de insistir en que la relación sexual puede ser también satisfactoria sin necesidad de que se produzca la penetración: hay muchas maneras de disfrutar del sexo, debe basarse en una buena comunicación entre la pareja, buscando la comprensión y satisfacción de las necesidades del otro. 

Mantener relaciones sexuales es beneficioso para el bebé. El organismo de la madre libera endorfinas y la región pélvica recibe más sangre, provocando que el bebé experimente una sensación placentera dentro del útero.

Las mejores posturas sexuales durante el embarazo son: de lado, la mujer sentada sobre el hombre, de pie, y la postura del misionero (el hombre encima de la mujer) sólo si el hombre es capaz de sostener su propio peso con las manos para evitar presionar la barriga de la mujer.

Aparte de éstas, con la práctica y a medida que va avanzando el embarazo, la pareja puede ir buscando nuevas variantes que le resulten cómodas a la vez que placenteras.

Dato: Las embarazadas pueden sentirse incómodas debido a las náuseas, el cansancio y todos los cambios que experimentan. Esto puede inhibir un poco el deseo sexual, pero la mayoría de los síntomas desaparecen luego del tercer mes y permiten volver a disfrutar de la sexualidad.

Muchas veces los hombres encuentran tan atractivos los cambios que experimenta el cuerpo de la mujer, como el crecimiento de pechos y unas curvas más exuberantes, que ese deseo sexual se ve incrementado.