Desde el nacimiento hasta la vejez debe ser cuidada nuestra cabeza, no solo por cómo luzca sino sobre todo por cómo funcione. Si pretendemos utilizarla para fines nobles y/o prácticos particulares o colectivos. Es habitual y normal que una vez alcanzada la vejez tengamos problemas cognitivos, para evitar estos deterioros cognitivos, existen 10 hábitos clave para prevenir estos desgastes, si desea claro está seguir con vida con una mente sin averías.
El cerebro es uno de los órganos más importantes del organismo. De él dependen nuestras funciones ejecutivas, desde las más básicas hasta las superiores. De las que se destacan la memoria, la capacidad de incorporar nuevos conocimientos y por consiguiente de aprender, la atención, la concentración, la planificación, organización, toma de decisiones, estilo de pensamiento, patrón de conductas y reacciones y gestión emocional, entre otras.
Clave en el bienestar
El cerebro es el responsable de analizar tanto la información novedosa como las distintas situaciones vitales que se nos presentan, y finalmente regular y coordinar nuestros pensamientos, emociones, percepciones, reacciones, conductas, estilo comunicacional y movimiento corporal. Claro está que su desarrollo y sofisticación nos diferencia de los animales y de sus reacciones instintivas y primitivas.
Entre los hábitos psico-físico saludables se encuentran:
- El Control del pensamiento: Nuestro pensamiento es la base de nuestras emociones y del modo de reaccionar y actuar ante las distintas situaciones. Nos sentimos de acuerdo a cómo y qué pensamos, por lo que nuestro estilo y patrón cognitivo son fundamentales para nuestro equilibrio emocional.
- Favorecer el optimismo. Esto implica visualizar y destacar aquellos aspectos positivos en cada situación y experiencia que se presente.
- Control de tu voz interior negativa: Esa voz tiene que ser tu aliada y no tu enemiga. Cada vez que esa voz te critique, te castigue o cuestione cada acción o comentario que realizas es necesario que la detectes y la transformes positiva y alentadora.
- Conectar con la gratitud y el agradecimiento en forma diaria y preferentemente al inicio de la jornada: Previo a levantarse de la cama realizar de cuatro a seis respiraciones profundas, agradeciendo por todos los aspectos positivos y lo básico que tenga y pueda hacer , logros y por todo aquello que desee agradecer.
- Ejercicio físico: Caminar es primordial, está comprobado científicamente que fortalece la memoria ya que activa el hipocampo a nivel cerebral.
- Meditar: realizar una meditación en forma diaria, además de colaborar naturalmente en la autorregulación de niveles de estrés y ansiedad va a favorecer nuestra capacidad atencional, ya que esta es la premisa básica para poder meditar.
- • Vida social activa. Resulta de vital importancia mantener el contacto humano, interactuar con otras personas oficia de neuroprotector a nivel cerebral, incluso la ciencia ha descubierto la relación directa entre una vida social activa sistemática y una mayor expectativa de vida.
Si se respeta y lleva a la práctica durante su vida estos hábitos dé seguro que no sufrirá deterioros cognitivos, no tendrá problemas con su memoria, el habla o el control de sus sentidos y sistema locomotor. Es importante saber como cuidarlo para no tener que lamentarnos sus consecuencias de no haber hecho lo que se debería.

Licenciado en ciencias politicas (UNA), editor, comunicador, productor y editor de contenido creativo para medios de comunicacion e intereses particulares