Eliminación copera contra el Middlesbrough, empate contra el Burnley, colista de la Premier League, y Cristiano en su peor racha en 12 años. Todo junto para un Manchester United que se mide al Atlético de Madrid en apenas dos semanas y que no sabe cómo salir del agujero en el que está metido.
Ole Gunnar Solskjaer se fue. Hace ya más de dos meses, pero el rumbo ha cambiado muy poco en Old Trafford. Llegó Ralf Rangnick, y su famosa presión, pero el impulso apenas duró un ratito contra el Crystal Palace. «Esto no es real, si apenas he tenido día y medio de entrenamiento», dijo el técnico alemán tras el triunfo.
Y no le faltaba razón, el equipo no ha dejado ninguna mejoría desde entonces. No funcionó su 4-2-2-2 y tuvo que volver al 4-2-3-1 con el que fracasó Solskjaer. Desde la llegada de Rangnick, el United ha sumado seis victorias, cuatro empates y dos derrotas (si se cuenta como tal la eliminación contra el Middlesbrough).
Ha perdido la posibilidad de un título, con la FA Cup, por lo que se acercan peligrosamente a los cuatro años sin tocar trofeo, y ya solo les queda pelear por la cuarta plaza en la Premier y por una Champions donde les viene un Atlético de Madrid en horas bajas.
Su situación en la tabla aún no es desastrosa por la cantidad de partidos aplazados por el covid. Sus más inmediatos perseguidores tienen todos menos partidos, lo que alivia la presión. El Arsenal, tres puntos por detrás, tiene dos encuentros menos, el Tottenham Hotspur, tres menos, y el Wolverhamtpon Wanderers, dos menos.
A este momento de necesidad se une un Cristiano Ronaldo apagado. El luso no fue ni titular contra el Burnley y no pudo arreglar el desaguisado con los 20 minutos finales. No ve puerta desde el 30 de diciembre y desde entonces ha jugado cinco encuentros, incluida una prórroga entera contra el Middlesbrough, además de perderse dos partidos más por lesión.
Esta es su peor racha desde 2010, cuando militaba en el Real Madrid y no pudo marcar contra el Málaga, el Mallorca, Osasuna, Ajax de Ámsterdam y Real Sociedad. Eso sí, esa temporada llegó a los 53 goles entre todas las competiciones. Este año suma 14 entre Premier y Champions.
La aportación de Cristiano se antoja más decisiva ahora que en la primera parte de la campaña porque ya no está Anthony Martial, cedido al Sevilla, ni Mason Greenwood, apartado por los presuntos abusos a su pareja. Edinson Cavani, a sus 34 años, solo lleva dos goles esta temporada, mientras que Marcus Rashford lleva cinco. A Bruno Fernandes, la estrella de las últimas dos temporadas, le ha eclipsado Cristiano y sus siete goles no son suficientes para levantar el vuelo del United.
Jadon Sancho, el gran desembolso, está estancado y no arranca. Sus números de cara a puerta son muy pobres (tres goles), pero es especialmente preocupante su aportación en el capítulo de asistencias y es que el mejor pasador de la Bundesliga las dos últimas temporadas no ha dado aún una este año.
El equipo sigue cojeando en el medio, con Scott McTominay y Fred como símbolos de los errores de la dirección deportiva en el pasado, aunque con la buena noticia de que ha vuelto Paul Pogba, al que, eso sí, le quedan solo cinco meses de contrato.
El otro rayo de esperanza es David de Gea, que ha recuperado su mejor versión, siendo el guardameta de la Premier con más paradas (86, 15 más que el segundo), pero al que la inseguridad de la defensa le impide luchar por el Guante de Oro de la competición. El español solo ha dejado su puerta a cero cuatro veces, por las trece de Ederson.
Y es que Harry Maguire no demuestra los 80 millones que costó y Raphael Varane tampoco es el estandarte que fue en el Real Madrid de las tres Champions.
El drama del United es cada vez mayor y el tiempo antes de la eliminatoria contra el Atlético se agota. Pasar de ronda es obligatorio para no tener a la afición encima ya en marzo, pero ahora mismo este equipo ilusiona poco y menos. EFE