Con la intención de analizar el impacto que generó la crisis sanitaria, económica y social generada por la pandemia en las mujeres paraguayas, principalmente en el mercado laboral y el ámbito del trabajo no remunerado, se dio a conocer el informe “La pandemia de la desigualdad. Mujeres, empleo y respuestas públicas para mitigar los efectos de la crisis”.
El análisis fue elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en conjunción con ONU Mujeres, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), Unicef y la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Dicho estudio reflejó nítidamente que, durante la pandemia, las mujeres resultaron más afectadas que los hombres en relación a la tasa de la fuerza laboral. De hecho, el análisis reveló que si bien el empleo logró recuperarse conforme se flexibilizaron los protocolos sanitarios, las paraguayas nunca lograron recuperar la tasa de la fuerza laboral que tenían antes de la pandemia.
Previo al inicio de la pandemia, dicha tasa se encontraba en 44.3 y, hasta el tercer trimestre de 2021, el indicador alcanzó 38.1, que denota la falta de recuperación femenina en dicho ámbito. “Las mujeres fueron las más desplazadas del mercado de trabajo”, reflexionó Patricio Dobrée, encargado del estudio, durante la presentación.
En esta misma línea, el análisis señaló que cuando inició la crisis pandémica y se adoptaron medidas que restringieron la actividad económica disminuyó el número de mujeres que que trabaja en relación de dependencia, pero consecuentemente se incrementó la cantidad de paraguayas que pasaron a ocuparse por cuenta propia.
Así, en el primer trimestre de 2020 unas 380.265 mujeres trabajaban por cuenta propia. No obstante, durante el tercer trimestre de 2021, esta cifra ascendió a 441.841 paraguayas.
“Un importante porcentaje de mujeres ha migrado al trabajo por cuenta propia, que en Paraguay es un tipo de trabajo caracterizado por la precariedad y la baja productividad. La crisis ha provocado un deterioro de la calidad del empleo femenino. Profundizó las brechas de género que ya existían en el ámbito del trabajo remunerado”, detalló el investigador.
Como resultado de la precarización del ámbito laboral, aumentó para las mujeres la carga de trabajo no remunerado o “cuidados del hogar”. Mientras las paraguayas dedican en promedio 28.7 horas semanales al trabajo doméstico o al servicio a su comunidad, los hombres únicamente 12.9.
Entre las recomendaciones finales del análisis para las diferentes instituciones del Estado, se instó al Paraguay a construir un sistema de protección social y de cuidados de carácter universal.
María Noel Vaeza, Directora Regional de ONU Mujeres, recordó que en nuestra región la pandemia resultó en la peor contracción económica y social de los últimos años, con un retroceso de la participación laboral de las mujeres de hasta el 18%. De hecho, agregó que 118 millones de mujeres en latinoamérica trabajan en la informalidad y, por ende, tenemos que velar por una protección social más articulada e inclusiva.
“Para nosotros la inversión en sistemas de cuidado no solo permite romper el circulo vicioso de pobreza y discriminación contra las muejres, sino que puede transformarse en un círculo virtuoso que genere retornos económicos. Se debe promover la modificación de la tradicional división sexual del trabajo, considerando el derecho a cuidar y recibir cuidados en condiciones de igualdad”, concluyó María Noel Vaeza, Directora Regional de ONU Mujeres.
