lunes, noviembre 17

Conversar para vivir

El conversar es la acción y efecto de hablar familiarmente una o varias personas sobre cualquier tipo de temas que se tengan en común haciendo uso de palabras que sean inteligibles entre las partes del diálogo. Irene Vallejo Moreu es una filóloga y escritora española, ha escrito un curioso artículo llamado; “el don de la conversación” donde desarrolla ideas en torno a la importancia de hablar, dialogar, conversar o charlar cara a cara con frecuencia para ganar capacidades de socialización, desarrollo de pensamientos con la herramienta creada por el ser humano para expandir conocimiento y crear puentes entre personas y comunidades; que es la palabra. 

El mismo empieza diciendo que; Quizás este mundo hechizado por la exuberancia de información empieza a añorar el placer —y el poder— del diálogo. El simple acto de «hablar uno con otro», es fundamental para la vida humana y tiene un impacto profundo a nivel individual, social y emocional. No hablo desde siempre, sino desde que tuve la capacidad de entender las palabras y cómo pronunciarlas con la boca que existe no solo para alimentarse, gritar o demandar lo que sea sino para comunicarse con otros. Y la comunicación es un pilar porque hablar uno con otro no es solo un intercambio de información; es un pilar que sostiene nuestras relaciones, nuestra salud mental y la cohesión de la sociedad. Nos permite ser entendidos y entender a los demás, lo cual es esencial para una vida plena.

Es importante que practiquemos el ejercicio de conversar entre nosotros en lo posible sin “espejos negros” que separan más que unir a personas cuando se dan las condiciones apropiadas para charlar en el hogar, trabajo, colegio, universidad o donde existan personas con quienes podamos estar para hablar de lo que sea.

Su artículo continúa diciendo que la utopía del tercer milenio presagiaba la comunicación sin límites. Con la superación de antiguos tabúes, la aparición de teléfonos inteligentes y la exuberancia de amistades en redes sociales, el futuro auguraba un desconocido esplendor de conversaciones y conexiones. Más realmente ya no se habla ni siquiera con las herramientas que tenemos en nuestras manos por miedo a lo que y cómo escribamos o digamos algo. Ahí también va perdiendo popularidad porque la gente prefiere escribir palabras, enviar emojis y stickers antes que expresar algo oralmente, que si lo hace obedece a lo que era la lógica de twittear antes o publicar lo que sea en 140 caracteres y no se extiende mucho más en idiomas cómo el español que cuentan con muchas palabras cómo el castellano que posee más de 93.000 palabras según el Diccionario de la Real Academia Española (RAE) y en realidad no usamos el 100 % de esos recursos  por desconocimiento o falta de voluntad. 

Vallejo añade que; “hoy nos descubrimos atrincherados mentalmente y más solitarios que nunca”.  que tiene perjuicios significativos que afectan tanto la salud mental como la física, siendo reconocida como un problema de salud pública por su impacto en la longevidad y el bienestar. Muchos en nuestro planeta de 8000 millones de habitantes se sienten o están solos y aunque compartimos una honda sed de atención y escucha, hacemos oídos sordos y/o nos hablamos con hostilidad o indiferencia. Que no ayuda a hacer fluida cualquier conversación entre amigos, compañeros de trabajo, estudio o parientes. Y que en todas partes aflora una queja recurrente: la falta de consideración. Unas pocas personas reciben todo el reconocimiento, mientras una inmensa mayoría se siente desatendida, acallada y aislada. Que trae consigo una serie de riesgos cómo;

  • Deterioro Cognitivo y Demencia: La falta de estimulación social y conversaciones regulares disminuye la actividad cerebral. El aislamiento se asocia con un mayor riesgo de deterioro cognitivo y con el desarrollo de demencia, incluyendo la enfermedad de Alzheimer.
  • Trastornos del Estado de Ánimo: Incrementa drásticamente el riesgo de depresión, ansiedad y otros trastornos emocionales, ya que se pierde el sistema de apoyo y la perspectiva que ofrece la interacción social.
  • Estrés Crónico: La falta de apoyo social percibida es un estresor crónico que eleva constantemente los niveles de cortisol (la hormona del estrés), lo que conlleva efectos perjudiciales a largo plazo en el cuerpo.

Volver a estar juntos

Por eso es sano congregarse con frecuencia con quienes podamos y queramos para escuchar y escucharnos para evaluar nuestros criterios sobre lo que se hable. El conversar también es un estilo de psicoterapia  

También escribió Luis Buñuel: “Yo adoro la soledad a cambio de que un amigo venga a hablarme de ella”. Un juego de palabras que destaca el valor del diálogo para hacer frente a la incómoda soledad, que no se trata de una persona que se llama Soledad sino de esa experiencia de encontrarse sin compañía o apartado de los demás que tiene sus ángulos positivos cómo la soledad elegida o constructiva es una experiencia positiva y necesaria para el bienestar humano, contrastando fuertemente con los perjuicios del aislamiento social o la soledad no deseada. Es buena cuando se utiliza de forma consciente para el crecimiento personal y la renovación. 

Es útil para la reflexión, el autoconocimiento y la introspección, así como para la creatividad y la concentración, si es que realmente crearíamos algo al estar solos y no perderíamos el tiempo en y con las redes sociales que uno de sus descubrimientos  de ayer habrá sido que ahora el ser humano está más solo y se encuentra necesitado de contar con lo que le produzca hormonas de la satisfacción cómo la dopamina, endorfina y oxitocina para sentirse importante en la vida. Esos elementos el ver o recibir notificaciones en nuestras redes ya produce esa sensación de satisfacción, y nos lleva a ser adictos a esas plataformas virtuales de socialización y haciendo uso de esta forma de “socializar” en realidad no nos hace ganar nada, sino nos lleva a perder tiempo y la oportunidad de hablar con quién sea realmente qué nos puede enseñar algo o aprender de alguna información o conocimiento que tengamos y lo queramos compartir de acuerdo a las condiciones que se presenten para conversar con alguien. .