Por Benjamín Fernández Bogado
La cuestión sanitaria en el Este es cada vez más complicada y una de las causas dicen que es el continuo flujo del contrabando que no ha dejado de interrumpirse. La Receita Federal o la aduana brasileña ha capturado grandes camiones carretas llenas de cigarrillos de la Tabacalera de Cartes y están en proceso de destrucción. Son miles de toneladas que han sido capturadas durante este tiempo de pandemia y que continuaron fluyendo sin que nadie viera y observara esta gran cantidad que sale de la planta fabril de Hernandarias y que cruza el río Paraná con destino a los mercados brasileños.
Ahí están envueltos policías militares de la Armada, están metidos los encargados de la aduana que nunca observan ni ven nada. Y también es lógico un gran movimiento de pequeños contrabandistas con quienes se toman para mantener la idea de que están en control de la zona. Ahora que se vuelve a fase cero y los controles vuelven a ser rigurosos, vamos a ver de que todo se enmarca en algunas cuestiones de marketing. Mientras los grandes negociados de frontera, el contrabando sigue gozando de muy buena salud y el mismo encargado de los grandes contrabandos, como lo dijo Abdo Benítez de Cartes, el mayor contrabandista de la República, se abraza con el Presidente de la República, el que lo agravió, al que lo insultó y dice que hay que buscar la operación Cicatriz. Evidentemente las incoherencias del gobierno no ayudan en nada a los altoparanaenses a que no vuelvan a la fase cero, como les tocó de nuevo ahora.
