sábado, noviembre 1

Concentración y sugerencias

La concentración consiste en centrar nuestra atención de forma voluntaria sobre un aspecto en concreto, y poder mantenerla para asimilar bien la información que nos compartan en una conversación, leyendo un libro o clase, alimentarnos o bañarnos adecuadamente o viajar en nuestros vehículos sin complicaciones. Concentrarse en lo que sea es algo difícil desde que hayamos decidido integrar a nuestras vidas la pantalla, el teléfono inteligente o “bicho”, que requiere de nuestra vista y oídos para justificar su uso y alcanzar nuestros objetivos donde, cuando y con quién sea. 

Según Andrew Huberman, neurocientífico y profesor de la Universidad de Stanford: “Concentrarte no depende solo de querer hacerlo, sino de preparar tu mente con intención”. Vivimos en una época donde la atención se fragmenta con facilidad. Notificaciones, ruidos, pendientes, pantallas. Todo compite por unos segundos de nuestra mente. Que debe esforzarse a veces de más para empezar, desarrollar y terminar cualquier pendiente. 

Esto presenta varias consecuencias cómo el estrés, ansiedad, depresión, problemas de sueño, dificultad para concentrarse y tomar decisiones, y en algunos casos, hasta trastornos como amnesia disociativa que es un problema donde la persona no puede recordar información personal importante, a menudo relacionada con experiencias traumáticas o estresantes. 

Recuperar la concentración

Para evitar estos desagradables accidentes o problemas con nuestra memoria, es importante cuidar habilidades cómo la concentración con tareas que ayudan a trabajar nuestra mente cómo la lectura, escritura, socialización, pintura, música y trabajos físicos y lo que funcione bien por estar concentrados en lo que hagamos. Para que salga bien no se trata solo de la cantidad de estudios, títulos o trabajos que hayamos tenido sino sobre todo el grado de interés que produzca y enfoque que demande. 

Por dicho motivo es importante que cada tarea que tengamos en nuestras jornadas esten parceladas en tiempos para que sean bien hechas gracias a nuestras habilidades mentales o físicas, conocimiento y voluntad que no debe estar centrada solo en el empleo sino, en lo posible en nuestra salud y la comunidad de personas que integremos. Todo esto  no solo exige cuidado y fortalecimiento del lado cognitivo racional de la mente de cualquiera sino también el emocional que demanda concentración en lo que y cómo comuniquemos nuestras emociones a lo que o quien sea que tiene la capacidad de meditar y sentir cómo cualquiera en el planeta. Ahi, dónde podríamos decir que ya casi todos tenemos el acceso a las pantallas que nos deben servir  bien de acuerdo a las tareas y objetivos que debamos cumplir.

Al que deba enfocarse o prepararse para ello, que según el neurocientífico y profesor es muy importante para enfocarnos bien en lo que sea.