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Comunicarnos menos

La historia de la evolución humana es la historia de las comunicaciones. Así cómo la imprenta dio nacimiento a la edad media, la revolución industrial se transformó con la pulpa de celulosa y hoy vivimos las tercera gran transformación humana con internet.

Pero todo se inició con el papiro Egipto en el año 2400 a C y posteriormente fue muy utilizado en el mundo para hacer común un mensaje que llegaba de un lugar a otro mediante un sistema organizado de transmisión de ideas. Fue imitado y adaptado en varios países del planeta por la necesidad que tiene el ser humano de hacer llegar novedades de un lugar a otro, cubriendo bien dos referentes que respeta un mensaje, tiempo y distancia.

En ese afán de hacer llegar más rápido a larga distancia la novedad que habituábamos hacer a través de cartas o postales cambió por el uso de telégrafos, teléfonos y todo tipo de comunicación analógica que muta de manera dramática en Paraguay en 1993 con la llegada de internet y con la línea celular desde 1981 aunque eso ya se utilizada desde 1973 en Nueva York.

Telecel, la actual Tigo fue la primera empresa de telefonía celular en Paraguay, siendo los dispositivos de comunicación, aquellos analógicos con teclas y de gran tamaño que por esto fueron apodados “ladrillos”.

Todo esto ha servido para construir nuevos modos de comunicación y de intercambio de mensajes lo que significa para el mundo, cambió que no estoy muy seguro si para bien. Eso dependerá del uso que le demos a la tecnología cómo ha ocurrido siempre en toda revolución. Ahora mi hermana trabaja a distancia, está en mi casa pero la veo menos que cuando trabajaba de forma convencional. Hoy ya cuestionamos la necesidad de tener escaso tiempo porque nos distraemos en una pantalla tan seductora cómo hostil y revolucionaria. Hay que aprender a usarla y dejar que ellas nos usen.

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