Ante las ganas de experimentar, muchas veces se puede presentar una curiosidad por saber cómo se siente tener relaciones sexuales con alguien de tu mismo sexo, pero, ¿ya sabés todo acerca de cómo empezar y cuáles son los cuidados a tener en cuenta para los preliminares?
El erotismo y el autodescubrimiento solo tienen un límite: la imaginación. La sexualidad y la cultura inmensa que la comprende están repletas de nuevas sensaciones y placeres completamente distintos encontrados únicamente a la espera de que cruces tu umbral de dudas y comienzas a cuestionarte cuáles son los aspectos que estás dispuesta/o a experimentar para una satisfacción sin igual.
“Tener relaciones sexuales con alguien de tu mismo sexo”, esta idea, aunque resulte muy lejana para muchas personas, para otras forma parte de fantasías recurrentes. Ante esto, el consejero en sexología clínica, Nicolás Palomino aconsejó que, independientemente de su orientación sexual, alguien debe estar completamente seguro si busca entretenimiento o experimentar algo serio.
“La responsabilidad afectiva nace desde la sinceridad con uno mismo. En el caso de las relaciones homosexuales, más todavía en una sociedad como la nuestra, es primordial deshacerse de los prejuicios que se puedan tener con información veraz”, destacó el experto.
¿CÓMO EMPIEZAN ELLOS?
Palomino aclaró que los pasos a seguir son los mismos en la penetración anal a un hombre o a una mujer. En ese sentido, es importante estar conscientes de que la creencia de empezar bruscamente es una riesgosa mentira pornográfica; ir lento, disfrutando del cuerpo de tu pareja y poco a poco encaminar las cosas a una penetración si ambos lo desean.
“En las sexshop pueden encontrarse distintos geles, lubricantes, expansores y otros artículos que pueden ayudar a desarrollar las cosas con paciencia, en buen tiempo y con seguridad. Por otro lado, si las fantasías y el juego previo acompañan a las expectativas de ambos, está más que garantizado el éxito del acto”, aseguró el licenciado.
Para aquellos que se preguntan si el erotismo también funciona en ellos, Palomino destacó que sí. De hecho, en medio de sus consultas, muchas parejas de hombres llegan con la inquietud de recibir poco cariño o juego previo en medio del acto sexual.
“Primeramente se debe conversar si alguno tiene dudas o no se siente del todo cómodo con ciertas exigencias que no se anima a confesar. El erotismo de las caricias, palabras y expresión de fantasías, ayuda a crear el ambiente ideal y más sincero, previo a cualquier acto sexual”, afirmó.
¿CÓMO EMPIEZAN ELLAS?
En el caso de dos mujeres, Palomino expresó que las cosas pueden darse de una manera mucho más orgánica al tener una respuesta sexual más pausada y prolongada en comparación a los hombres.
“A diferencia de los hombres, hay más casos de mujeres que conocen con mayor cabalidad las zonas erógenas de su predilección y de hecho la estimulación en dichas áreas de la manera correcta puede incluso hacer que se deje a un menor plano el pensar en una estimulación del clítoris o una penetración con los dedos o algún artículo sexual”, simplificó.
Así también, el consejero puntualizó que las caricias y besos nunca fallan; en ese aspecto, la sensibilidad táctil es una cualidad más extendida en las parejas de mujeres que en las de hombres.
Acerca de las prevenciones, el licenciado manifestó que son exactamente las mismas para ambos. En lo físico se debe cuidar la buena higiene de ambas personas, contando también con un buen conocimiento del propio cuerpo, así como el de la pareja.
“Se debería saber qué tipo de estimulación produce más placer a cada uno, los cuidados al manipular las áreas sensibles, ya sea la boca, los genitales, el ano, entre otras, y conocer acerca de los artículos sexuales que pueden ayudar a facilitar una mejor y más saludable experiencia”, especificó el consejero.
Si bien para evitar cualquier tipo de transmisión de enfermedades sexuales, en el caso de los hombres la protección directa es el uso de condones, Palomino determinó que para las mujeres pasa más por un tema de higiene personal o desinfección de los elementos a usarse para la penetración, pues aún no se disponen artículos analógicamente comparables al condón para ellas.
En cuanto a lo psicológico, habló de la importancia de estar seguros/as de querer hacerlo, pues no hay nada que arruine más la intimidad que la inseguridad, aplicándose eso tanto en parejas homosexuales como heterosexuales. Así tampoco, nunca está de más acudir a consejería sexológica para evacuar dudas, conocer más y facilitar la conversación.