A esta altura creemos conocer todos los datos para estar bien de salud para el presente, más o nos tomamos el tiempo de proyectarnos al día de mañana y hacerlo conscientes para llegar a la longevidad sin complicación alguna. Esto es tener la capacidad de vivir una vida larga, más allá de la esperanza de vida promedio de una especie, o la edad máxima que podría alcanzar en condiciones óptimas. Y para asegurar esas condiciones no solo debemos tener nuestros cuerpos y mente ocupados en tareas mentales o físicas sino también atender nuestra alimentación. Un oncólogo y científico, 96 años dice que: “Comer poco es un factor de longevidad, reducir un 30% la cantidad de alimento puede aumentar hasta un 20% la esperanza de vida”.
No se trata sólo de consumir alimentos no tan procesados, fritos o saturados de grasa, sodio o sal o comer solo verduras, frutas, sino sobre todo reducir la cantidad. A lo que a veces por la palatabilidad o la cualidad de ser grato al paladar un alimento no queremos dejar de seguir comiendo lo que tenemos frente a nosotros o seguir pidiendo el mismo plato, que no termina en nuestra boca sino continua en nuestro sistema una vez tragado lo introducido por nuestra boca.
Silvio Garattini, presidente del Instituto de Investigaciones Farmacológicas Mario Negri de Milán, Italia y es un referente en el campo de la farmacología oncológica, y sus intervenciones en conferencias y medios no dejan indiferente a quienes tengan la voluntad o capacidad de seguir con vida por su ritmo de vida o la genética que exista en su familia influya en su comportamiento o el tiempo de vida que tenga por delante o ya esté recorriendo. Y ahora quizá tarde se esté dando cuenta de lo que o cómo debió vivir ayer en cualquier condición o reunión social. Donde comemos o nos “relacionamos” con otras personas que por no tener cuidado con su vida en el presente perjudicaría su futuro.
Los medicamentos oncológicos se usan en ciertos tipos de cáncer para ayudar a que el sistema inmunológico del paciente reconozca y ataque células cancerosas.
Cambiar bien temprano
A sus 96 años, Garattini sigue al frente del instituto que creó en 1961, con una lucidez que convierte cada una de sus intervenciones públicas en un manifiesto sobre la salud, la ética médica y la longevidad. La misma que por las características demográficas de algunos países parece que tendremos más personas mayores de edad en el mundo que niños o jóvenes y debemos tener en cuenta sugerencias cómo estas para seguir estando con buena salud hoy con el objetivo de asegurar un mejor día mañana y así hasta dejar de existir.
En lo posible con muertes naturales y no autogeneradas. Que es un dilema demográfico en algunas sociedades que presentan altos números de suicidios, personas que se presentan incómodas con seguir viviendo y deciden cortar ese viaje, el único en el que podemos ver, escuchar y sentir lo que nos guste y convenga para vivir siempre adecuadamente.
Si no gusta o le incomoda asistir al hospital para hacerse estudios médicos o tener citas con algún especialista que pueda sugerir métodos o estrategias para su salud es importante que tenga en cuenta recomendaciones dadas por el longevo científico italiano y atender la calidad y cantidad de alimentos que consuma diariamente donde, cuando y con quien sea.

Licenciado en ciencias politicas (UNA), editor, comunicador, productor y editor de contenido creativo para medios de comunicacion e intereses particulares