La Coordinadora de Abogados del Paraguay (Coapy) realizó su última actividad del año que consistió en una manifestación para exigir la renuncia de Antonio Fretes, presidente de la Corte Suprema de Justicia. La misma se realizó el viernes en conmemoración al día internacional contra la corrupción.
El contexto es el siguiente; el pasado jueves, una investigación periodística reveló que Amílcar Fretes, hijo de Antonio Fretes, recibió US$ 368 mil en concepto de honorarios de abogado, para dilatar el proceso de extradición de Mohamad Hijazi. Esto da a entender que Amilcar fue el elegido, debido a que su padre era miembro de la Corte Suprema de Justicia en ese momento. Este pago se habría producido en marzo de este año, mientras que la extradición se produjo en julio.
Esther Roa, presidente de la Coordinadora de Abogados del Paraguay (Coapy), informó que llevaron un cajón fúnebre y cruces en señal de que la justicia en nuestro país está muerta.
“Por eso pedimos la renuncia inmediata de Antonio Fretes. No puede estar un minuto más presidiendo la Corte Suprema de Justicia, por más que esté con permiso. Y también presidir la sala constitucional. Que es una de las salas más importantes que tiene todo gobierno. Donde descansa justamente nuestro sistema de gobierno democrático republicano”, señaló.
Dijo finalmente, que se produce un desafío de Fretes hacia sus propios compañeros que le solicitaron su renuncia.
“Antonio Fretes es una persona de mucha cintura política. Prácticamente estuvo más de dos décadas siendo miembro de la Corte Suprema de Justicia. Hizo muchos favores a muchos políticos de la Corte. Es por eso que no prosperó el juicio político porque tiene a todos atrapados. A cada uno le dio algo. A cada persona que se le acerca, de 10 a uno le da algo. Tiene atrapado a los políticos y por otro lado, la empatía de la gente”, manifestó.
