Cientos de personas marcharon este sábado por las calles de Washington hasta congregarse frente a la Casa Blanca para protestar contra la decisión del Tribunal Supremo de EE.UU. de eliminar la protección legal del aborto, vigente desde hacía 50 años.
La marcha, convocada por Women’s March, se replicará a lo largo del día en diferentes ciudades estadounidenses, como Nueva York, Los Ángeles y Chicago, de la mano de la organización Rise Up 4 Abortion Rights (Rebélate por el derecho al aborto).
Algunas manifestantes explicaron a Efe que se trata de la mayor protesta que han visto en la ciudad desde que se filtró a la prensa el borrador de la sentencia del Supremo, a principios de mayo.
«Creo que habría sido incluso mayor de no ser por la lluvia», dijo Diana, quien considera que la gente «está lista para hacer algo, y está lista también para la desobediencia civil».
La mujer avisó además de que las protestas «se volverán todavía más grandes si nadie hace nada».
Diana, que ya peina canas, explicó a Efe que cree que las generaciones más jóvenes, que son las que mayoritariamente tendrán que hacer frente a las consecuencias de la decisión del Supremo, están haciendo «un gran trabajo» recogiendo el testigo de la defensa de los derechos reproductivos.
La mujer añadió que no tiene «ningún miedo sobre el futuro» del acceso al aborto en el país, debido a la pasión de los jóvenes manifestantes que protestaban a su alrededor.
Junto a Diana estaba Cherry, que viajó desde el estado de Ohio para protestar en Washington después de enterarse de que a una mujer de su mismo estado se le había negado un aborto que necesitaba para recibir quimioterapia.
Cherry también se refirió a la niña de 10 años que al parecer tuvo que viajar desde Ohio, donde el día de la sentencia del Supremo entró en vigor automáticamente una prohibición total del aborto a partir de las seis semanas de gestación, al estado de Indiana, donde se permite la interrupción médica del embarazo hasta la semana 22. (EFE)