martes, diciembre 30

Cerebro y hallazgos

Nuestra masa encefálica o cerebro oscila entre los 1.000 y 2.000 gramos, con un volumen de 1260 cm³, allí se encuentran alrededor de 100 mil millones de neuronas. Un estudio descubrió el ‘interruptor’ que acelera la formación de buenos y malos hábitos. ¿Por qué hay gente a la que le apetece salir a tomarse unas cervezas después de una larga y estresante jornada laboral? ¿O fumarse un cigarrillo después de un café? Sin duda, se trata de hábitos perjudiciales para la salud, pero que activan el estímulo de recompensa en el cerebro.

Este mecanismo complejo fue descifrado por un equipo de investigadores del Centro Médico de la Universidad de Georgetown en Washington DC, EE.UU.  Los científicos identificaron un mecanismo neurobiológico fundamental que influye de forma drástica en la celeridad con la que el cerebro establece las asociaciones de recompensa, lo que influye tanto en la creación de hábitos beneficios como en el desarrollo de las adicciones. 

En concreto, se trata de la proteína KCC2, que actúa como catalizador del aprendizaje asociativo y que, en el trabajo, se llega a comparar con un interruptor que lo podemos encender o apagar al prestar atención y actuar en relación a cualquier estímulo que exista en nuestro entorno, espacio o momento que experimentemos en nuestras jornadas diarias.

Notables hallazgos

El equipo investigador observó en el tejido cerebral de ratones y mediante experimentos conductuales que la relación es inversamente proporcional: cuanta menor es la presencia de KCC2, mayor es la sensibilidad al aprendizaje o el actuar sobre lo que nos rodee.

Este interruptor puede verse alterado por trastornos complejos como la adicción, la depresión o la esquizofrenia.

Debemos tener en cuenta que la dopamina funciona como una señal de enseñanza extremadamente potente.

El doctor Ostroumov, un encargado de la investigación usa un ejemplo: “Es como cuando un fumador siempre combina el café con un cigarrillo y, cuando intenta dejar el tabaco, descubre que el mero hecho de beber café le provoca un fuerte deseo de fumar”.

Finalmente está en la conciencia de cada uno en el mundo el adoptar buenos o malos hábitos y ponerlos en práctica en su vida, una que la podemos construir o destruir con los hábitos que tengamos en la misma.