Cerebro y decisiones

Nuestra masa encefálica o cerebro es importante no solo para hacer funcionar bien nuestros sentidos u órganos internos de nuestro organismo, tener memoria, aprender o enseñar bien sino tomar decisiones, que consiste en la determinación, resolución que se toma o se da en una cosa dudosa. resolución, dictamen, fallo o parecer, sentencia o juicio sobre lo que sea cómo qué vestir en una ocasión o lugar al que seamos invitados, cómo llegar ahí o que comer en el desayuno, almuerzo, cena o cuando tengamos la oportunidad de paladear lo que necesitemos o queramos. Muchos investigadores y autores coinciden que vivimos tomando decisiones inconscientemente, que es el estado o situación de la persona que ha perdido la consciencia o facultad de reconocer la realidad. 

Por ejemplo, la neuropsicóloga española Begoña del Campo dice que; «El 95% de todas las decisiones que tomamos lo hacemos desde un plano cerebral inconsciente». Begoña es neuropsicóloga y especialista en reprogramación mental, destaca que la mayor parte de nuestras decisiones se originan fuera del plano consciente. 

“El 95% de todas las decisiones que tomamos lo estamos haciendo desde un plano cerebral inconsciente” y eso es  algo que debemos evitar, lo que nos obliga a conocer bien dónde, cuándo y con quien estemos, cómo en las condiciones que nos encontremos para evitar que la inconsciencia nos lleve a tener accidentes injustificados y evitables, que puede tomar milésimas o más tiempo para acertar el vocabulario o acción tomada ante cualquier evento al que nos enfrentemos en nuestro hogar, escuela, colegio, universidad o cualquier lugar donde debamos elegir palabras o formas de comunicar algo que exista en nuestra mente. Begoña agrega que “únicamente un 5% de la toma de decisiones procede de la parte consciente”.

Saber para aprender

La consciencia es la capacidad que tiene el hombre de conocer tanto las cosas internas (estados anímicos) como las externas a él, advirtiendo que las conoce. Es importante porque con ella un individuo consigue tener una noción de sí mismo y de su entorno; es uno de los elementos que asegura la supervivencia de un ser vivo, pues le permite estar alerta a los peligros y actuar bien en consecuencia. Y nuestro trabajo se centra en utilizar bien el 5% consciente para guiar al 95% inconsciente donde y cuando sea. La neuropsicóloga aclara que muchas elecciones que atribuimos a la razón en realidad tienen una base emocional profunda.

Al contar con un cerebro sano no solo podemos compartir o presumir nuestro conocimiento o habilidades inconscientemente sino intentar hacerlo conscientemente para llegar bien a nuestros objetivos particulares o colectivos. Begoña aclara que aclara que muchas elecciones que atribuimos a la razón en realidad tienen una base emocional profunda que funciona o sale desde el corazón, órgano encargado de bombear sangre a nuestro organismo. 

Lo que sintamos también nace del cerebro, específicamente el encéfalo derecho es el encargado de gestionar los sentimientos que tengamos hacia alguien o un momento o condición que nos tocó o toque experimentar, además de procesar la percepción espacial y orientación, además de la creatividad e imaginación, debemos tener en cuenta que ambos hemisferios trabajan de forma conjunta y coordinada para la mayoría de las tareas. Es bueno saberlo para actuar mejor.