Hernán Galeano, fiscal encargado de investigar la desaparición de una beba recién nacida el viernes del Hospital San Pablo, informó que al mediodía del lunes, seguía sin haber novedades.
Vicente Acuña, director del Hospital San Pablo, informó que existían cámaras de seguridad que no estaban funcionando porque se había quemado la UPS que funcionaban con esos aparatos.
“Tenemos muchas cámaras de seguridad, pero justamente las de ese sector no estaban funcionando. Hace 10 días que dejaron de funcionar. Cambiar la UPS cuesta mucho dinero y no tenemos una caja chica para comprar tan rápidamente cuando se descompone. Hay todo un proceso que hay que realizar, tampoco tenemos gente técnica que pueda solucionar el problema inmediatamente”, informó.
Acuña solicitó recientemente a una empresa particular que haga un relevamiento para ver cómo se puede acelerar todo. El costo que se necesita para reparar la UPS es de G. 29 millones. Pero los responsables del hospital solicitaron un nuevo presupuesto a otra empresa.
“Si teníamos las cámaras funcionando íbamos a poder identificar a la persona que salió de la habitación. A lo mejor se podría haber tenido la imagen, hubiésemos tenido ahora a una persona a quién buscar”, afirmó.
La mujer que raptó a la menor tendría alrededor de 40 años y es de contextura robusta. Se acercó a la madre de la beba para preguntar sobre un paciente (que ya había sido dado de alta tiempo atrás), y en confianza, la madre le solicitó cuidar a la menor mientras ingresaba al baño. Al salir, ya no las encontró.