miércoles, febrero 12

Cambios y preparación

De forma natural envejecemos y casi todo dentro cómo fuera nuestro cambia y para eso debemos estar listos física y psicológicamente. De entre los cambios que debemos estar listos es para notar cómo se vacía nuestro hogar y círculos sociales porque con la maduración, los hijos se hacen de pareja y espacio nuevo para tener privacidad para en la misma poder conocer bien a la persona con quien hayamos decidido hacer una vida que con el tiempo lo más seguro es que mute de acuerdo a cómo, dónde y por quién  sea tratada.

Y de acuerdo a eso ya notamos mucha migración de habitantes del país que por no encontrar empleo o comodidades básicas en su ciudad, barrio o donde vivan, optan por migrar a otros países, continentes y donde puedan vivir tranquilos, con seguridad y previsión. Un estado que debemos tener listo no solo para despedir a un familiar o vecino que migre a otro país sino que se despida de nuestro planeta. Porque el mundo empezará a vaciarse de gente y debemos prepararnos para ello. No se trata solo de notar la reducción de habitantes de un país, sino me refiero a otro nivel o grado de migración. 

Grandes migraciones

En el siglo X, se estima que la población mundial era de aproximadamente 275 a 300 millones de personas. Al llegar al siglo XVIII, la población mundial había crecido de manera notable, estimándose en 650 a 800 millones de personas. Luego por condiciones económicas, médicas o por lo que sea no seguimos ese ritmo de concepción y el ser humano disminuyó su existencia natural en nuestro mundo.

El siglo XX fue testigo de la explosión demográfica más significativa de la historia humana, con la población mundial aumentando de aproximadamente 1.650 millones en 1900 a más de 6.000 millones hacia el año 2000. Y, para finales de 2022, superamos el umbral de los 8.000 millones de habitantes en la tierra.

Me preguntaran;¿Iñaki cómo hago para despedirme de mis parientes o amigos que decidieron salir de mi país, hogar, trabajo, aula o donde estaba habituado a frecuentar con ellos?. Ya no los veré, hablaré, escucharé o sentiré como antes. Por fortuna no han muerto pero ya no se encuentran tan cerca o disponibles cómo ayer, cuando teníamos la oportunidad de estar uno al lado del otro para hablar e intimar un poco en lo posible sin pantallas distractoras.

Disminución de población


Ahora Según datos procedentes del Instituto de Métricas y Evaluación de Salud de la Universidad de Washington, publicada recientemente en The Lancet, se anticipa un cambio demográfico significativo: el descenso de la población mundial.

También según un estudio reciente pronostica que las muertes superarán a los nacimientos en cada vez más países, lo que llevará a una disminución gradual de la población mundial. Por otro lado no debemos descartar el trabajo que se hace para salir literalmente del planeta y explorar y colonizar los astros que nos rodean, imagino con personas vivas que puedan aprender y conocer bien el terreno al que lleguen para volver con dicha información a nuestro planeta para extender dicho conocimiento al terráqueo que desde siempre estamos con curiosidad de saber más acerca de espacios, tiempo y cómo se siente ver, escuchar y sentir lo que sea distinto a lo que sea normal o común en nuestro día a día.

La verdad es que no comprendemos dónde van las personas que fallecen, saber eso es difícil o imposible, lo que sabemos es que desaparecen para nunca más volver. Lo que queda de ellos es lo que hayan hecho, sus propiedades y una energía que para algunos es lo que representa la fuerza más cerca a la vida que tenemos con el fallecido..