Los miembros del Tribunal de Apelaciones, Raúl Insaurralde, Martha Acosta y Nilda Estela Cáceres, hicieron lugar a la recusación planteada por la abogada Mirna Kuchenmeister contra los jueces Zunilda Martínez, Herminio Montiel y Marino Méndez, por una parcialidad manifiesta, al permitir como “hechos nuevos” que supuestos testigos depongan ante el colegiado para favorecer a una procesada, funcionaria suspendida, sin goce de sueldo, del Poder Judicial.
Es en el caso de la ujier Celsa Mabel Ortellado, quien está acusada por la Fiscalía por producción inmediata de documento público de contenido falso, ya que en la causa “Credi Merco S.A. contra Industria Paraguaya de Alcoholes (Inpasa) sobre acción ejecutiva, Ortellado, había mencionado que la firma estaba cerrada, que dejó una nota indicando que volvería al día siguiente, donde supuestamente la empresa otra vez estaba cerrada, por lo que dejó pegada la cédula de notificación en la puerta del edificio.
Esto fue desmentido por la querella y mediante cámaras de seguridad del local se comprobó que nadie había ido hasta la firma para notificar, pero luego, aparece la fotografía, sin fecha y sin precisión de quien y cuando la tomó que se quiere hacer valer como prueba, en medio del juicio oral.
Al respecto, los magistrados de Alzada indicaron que “los integrantes del Tribunal de Sentencias, han rebasado los límites de sus facultades, quienes por la vía de mejor proveer, incorporan diligenciamiento de pruebas, sin que exista un hecho nuevo. No se aprecia que se ha estudiado los requisitos señalados por la norma, como la certeza que se trata de un nuevo hecho o nueva circunstancia y consecuencia de lo anterior, el cuidado de no suplir la negligencia de las partes, lo que conduce a la obligación de usarse de forma excepcional”, reza parte de los fundamentos de los camaristas.
Con esta decisión, el expediente debe bajar a primera instancia y sortearse un nuevo tribunal para entender en la causa. En el contradictorio que ahora está anulado, aparecieron testigos que supuestamente tomaron fotografías a la ujier, notificando a los ejecutivos de Credi Merco, pero desconocían elementos claves como la dirección del local, domicilio de la funcionaria judicial y otros llamativos detalles.
La abogada Kuchenmeister dijo que el contradictorio seguía normalmente, hasta que, “a los 45”, aparecieron los testigos “de paracaídas” para favorecer a la procesada, pues se tenía elementos suficientes en su contra. Es ahí donde el tribunal de Sentencias actuó con parcialidad, fue recusado y la resolución del Tribunal de Alzada, confirma los argumentos que había señalado.
CONTRA EL SISTEMA
“Existen suficientes elementos para condenar a la ujier, pero lo que estoy viendo, hasta donde llegamos en el juicio oral, es que estamos luchando contra el sistema, es como que la querella contra toda la estructura”, señaló la profesional.
La causa fue elevada a juicio oral luego de 7 años de chicanerias, por ello la abogada insistió que su acción no es contra la ujier, sino contra un sistema y eso quedó demostrado cuando el Tribunal, admitió “de paracaídas” un testigo bajo la figura de supuestos hechos nuevo, lo que demuestra que hay injerencia externa en el caso.
La acusada, había mencionado en sus escritos ante la fiscalía que el abogado Diego Elizeche le había tomado las fotos de la supuesta notificación (que nunca ocurrió), pero el profesional, mencionó que otra persona de su entorno había tomado las fotos, quien ante el Tribunal, ni siquiera recordó el lugar donde supuestamente fueron a notificar, ni la dirección de la casa de Ortellado a quien buscaron y retornaron, supuestamente, luego de su trabajo.
Asimismo, la actuaria judicial Adriana Rojas, declaró en la audiencia, también mencionado datos falsos, ya que indicó al Tribunal que vio las fotos cuando se anexaron al incidente de nulidad de actuaciones, que se hizo en el fuero civil, pero, de acuerdo a la querellante, las fotos aparecieron después y nunca fueron mencionadas al solicitar la nulidad de actuaciones.