Belén Riveros empezó a entrenar desde los 7 años, la misma tuvo sus comienzos en el futsal en Ciudad del Este.
“Desde los 10 años mi entrenador me llevó para entrenar en campo, desde ahí no paré más. Tuve torneos en Ciudad del Este, varios digamos, y cuando vi que Cerro tiró que iba a haber pruebas a partir de los 16 años para arriba le dije a mi papá “Yo me quiero ir” y vinimos con él”, expresó.
Mencionó que lo que más le gusta del fútbol es que cuando entra a la cancha se olvida de todo. “No hay tristeza, no hay dolor, y Cerro es como mi segunda familia, mi casa, en donde yo soy feliz, en ningún otro lado me siento cómoda y feliz como me siento en Cerro”, aseguró.
EL GOL EN LA OLLA
Recordó que el gol que la convirtió en la primera mujer en anotar un tanto en la Nueva Olla Azulgrana fue contra el Club Nacional. “Yo no pensé que iba a ser tan importante ese gol, yo no sabía la importancia que iba a tener al terminar el partido, me quedé pensando en el vestuario: “Bueno, anoté ese gol”. Luego un montón de gente me empezó a seguir, recibí muchos mensajes, no pensé que iba a ser tan importante”, manifestó.
Resaltó que el puesto en el que está ahora es de muchísima responsabilidad y que hay mucha presión, que ahora mismo le cuesta porque está volviendo de una lesión de una rotura fibrilar y quedó dos meses fuera. Sin embargo, afirmó que ahora está volviendo a su titularidad.
Yo más en campo con Cerro. En ciudad del este tuve dos, en campo y en futsal tuve varios, entonces yo cuento más lo que logré acá. En la juvenil salimos campeón cuando yo llegué a Cerro, ese año salimos campeonas invictas en la juvenil y con Cerro tengo dos campeonatos.
OBJETIVOS PARA ESTE AÑO
Indicó que actualmente forma parte del equipo sub 20 de la selección nacional y que con la Albirroja desea ganar este sudamericano con mis compañeras e ir al mundial. En cuanto Cerro, aseveró que ansía salir campeonas de nuevo, absolutas si es posible. “Y si Dios quiere, arrasar la Copa Libertadores, que es nuestro sueño más anhelado, lograr la Copa”, garantizó.
LAS ADVERSIDADES
La jugadora contó que hacia donde vivía no había tantas chicas que jugaban al fútbol, todos eran nenes y ella solo quería jugar con ellos nomás porque las chicas no sabían jugar. “En donde yo quería jugar todo el mundo me criticaba. Me decían “Porque sos mujer no podés estar entre nosotros, me discriminaban, me dejaban de lado, y ahora que estoy en Cerro son ellos los que se acercan a mi, me piden fotos y así”, expuso.
Igualmente declaró que sufrió muchísimo y que casi nunca tuvo el apoyo de sus padres. “Después de que volví acá a Asunción el apoyo fue de toda mi familia, antes cuando estaba en Ciudad del Este no me querían llevar a donde tenía que jugar, siempre fui independiente”, sentenció.
Opinó que aún falta mucho en el fútbol femenino paraguayo pero que se avanzó muchísimo con los contratos. “Hay más chicas que ya firmaron contratos, el sueldo ya no es como antes, mejoró en muchísimas cosas”, consideró.
EL MENSAJE
Finalmente, envió un mensaje a todas las chicas que juegan al fútbol: “Nunca dejen de luchar por su sueño. Se cumple cuando uno quiere, todo depende de nosotras. Yo alguna vez soñé estar en Cerro y ahora estoy acá, jugué la Copa Libertadores, soñé y me imaginé estar en La Nueva Olla, y estuve en La Nueva Olla. Es un sueño cumplido para mi y estar en Cerro”, concluyó.
