La esperanza de vida es el cálculo demográfico sobre la edad media que pueden alcanzar los individuos de una población concreta en una época determinada. Depende de muchos factores para que esa edad sea poca o mucha. La gente normalmente quiere vivir más y bien. Ser mayor de edad sugiere sus complicaciones por los dilemas de salud que uno puede traer encima en el tiempo que no han sido atendidos en forma y a tiempo que en algún momento puede detonar y hasta acabar con la vida de quien tenga un problema de salud encima.
Desafortunadamente se ha encontrado que Paraguay está entre los países con menor esperanza de vida en latinoamérica, siendo la edad media del habitante en que llegue a despedirse de su existencia 74 años, nos encontramos justo por encima de Venezuela y Bolivia con cifras que van de los 72 y 71 años respectivamente y muy por debajo de países cómo Chile y Uruguay donde se puede llegar a vivir hasta los 81 y 78 años.
Estos datos vienen del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Que no deben ser tomados cómo definitivos y esperar vivir solo hasta los 74 años sino entender que estas cifras son las que han salido de estudios demográficos y tendencias por las condiciones de vida en los países evaluados. Donde el único responsable del tiempo y la calidad de vida es el dueño de la misma y no organismos o el estado que debe atender y responder bien con servicios de salud y comodidades a todos siempre para que nuestras vidas puedan continuar sin ningún tipo de problema de los que ya tenemos encima.
Datos a tener en cuenta
Todos sin importar nuestras dimensiones, género, edad o tendencia política o sexual somos importantes para cualquier lugar que solo necesite de ideas, voluntad y buenas intenciones para cambiar para el bien colectivo siempre y no con personas que no estén cómodas sobre todo con sus vidas en un espacio y determinado momento. La seguridad que presente un lugar específico para continuar viviendo feliz, cómodo y por más tiempo sirve para entender la importancia, respeto y tolerancia que tenemos con el mayor de edad que tiene lo más importante de la vida dentro de su mente y espíritu que son los años y experiencia vividos.
Lo más importante si tenemos el ayer cómo referencia para vivir nuestro hoy y construir un mañana sino parecido al ayer, mejorarlo para hacer el tránsito de la gente en el tiempo uno que esté diseñado y construido para evitar dilemas que compliquen vidas de abuelos, tíos, padres o vecinos que si no están por los 70 años, anden por ahí cerca, previendo siempre su deceso por lo que significaría dejar de experimentar emociones o experiencias que solo ellos la pueden producir.
Me dirán que es lo más natural del mundo envejecer y que todos de alguna manera vamos hacia ese momento más aunque sea cierto a su vez no es excusa para dejar de lado a nuestra población mayor de edad que no solo necesitan buena atención médica, sino compañia y sistemas de seguridad para precaver complicaciones que no solo serán dificultades del lesionado sino de la comunidad de personas que lo atienden o acompañan en un lugar y momento específico.
Mejorar la calidad
La población cómo un todo debemos actuar para la conveniencia colectiva con el fin de hacer que el vivir de todos en un espacio y tiempo determinado sea oportuno para hacer que el existir de quien sea bueno y favorable hoy y mañana para recordar que ayer uno tenía buen servicio o atención de una institución, organismo o gobierno, reconociendo a su vez a quienes hayan integrado ese grupo humano responsable en prolongar y ampliar la esperanza de vida que ya está también en la agenda del nuevo gobierno paraguayo que en el tiempo que tiene por delante solo nos queda esperar y tener buenos resultados para el contribuyente y población completa del Paraguay.
Ella ya no debe esperar más el vivir más o mejor sino debemos tener esa combinación para durar bien y sanos por el tiempo que no solo dependamos de asistencia sino sobre todo que nuestra autonomía e independencia nos permitan seguir adelante viviendo bien.