martes, septiembre 30

Arte moderno / Félix Martín Giménez Barrios

En la sociedad actual a cualquier creador de alguna expresión, muchos lo consideran
como artista debido a la democratización del arte, un fenómeno causado gracias a la
globalización que ha permitido el acceso a la creación y difusión de varias tecnologías
y herramientas al público. Lo que antes no se consideraba como un arte en sí, ahora
podría estar catalogado como uno, es el caso de lo virtual como, por ejemplo, los
videojuegos, la realidad aumentada, el arte sonoro, etc.

La definición de arte es muy diversa como el arte en general, pero, en resumen, el arte
es toda expresión humana que comunica ideas y pensamientos mediante distintas
formas y medios que desarrollan la creatividad. A lo largo de la historia el arte se ha
expresado masivamente gracias la pintura, la escultura, la música, la literatura, la
danza, el teatro y el cine. Los grandes artistas, muchas veces fueron autodidactas y
otras, fueron entrenados en academias especializadas.

Actualmente, el arte moderno es todo un tema de debates y discusiones. Muchos
expertos y hasta aficionados, lo consideran como una total carencia de técnica y
sentido, pero también están quienes lo defienden, argumentando que la innovación
aun existe y sigue provocando sentimientos en el público. El arte contemporáneo
pareciera no tener límites y podemos encontrar en él, una variedad de técnicas
mezcladas junto a materiales e ideas que al final, reflejan una parte del mundo que
quizá, nos guste o no.

Quizá el mayor problema del arte moderno es que resulta ser por momentos,
demasiado experimental, lo que puede ser visto como un detalle negativo debido a
que la experimentación permite a los artistas salir de lo convencional y desafiar al
público. Este hecho en algunos contextos culturales puede ser considerado como una
falta de respeto a las tradiciones y a la cultura como tal. Para algunos artistas, la
experimentación se ha vuelto demasiado elitista y pretenciosa, para otros se encuentra
muy sobrevalorada.

En fin, el arte moderno solo resulta ser un espejo de nuestra época tan minimalista en
la que muchos detalles, son molestos. Aun así, existe diversidad y cierta complejidad
como innovación. El arte moderno incluso puede servir para preservar la cultura y
tradiciones de un pueblo, lo que me parece algo totalmente positivo para el mundo. El
seguir manteniendo esa antigua herencia mediante nuevas formas, no debería
molestar a nadie que se considere experto o amante del arte y la cultura.