martes, septiembre 30

Aprender a hacer / Félix Martín Giménez Barrios

Hace un par de semanas le había comentado acerca de uno de los cuatro pilares de la
educación propuestos por la UNESCO, el de “Aprender a conocer”. Ahora vamos a
continuar con otro igual de importante para el correcto desarrollo de los estudiantes. El
pilar “Aprender a hacer”, destaca de entrada que la educación no puede resumirse
solo a la transmisión de teorías, debe fomentar la capacidad de emplear esos
conocimientos en situaciones reales, en los desafíos cotidianos.

Claramente este pilar se debe encargar de preparar a los alumnos para el mercado
laboral, que se encuentra en constante cambio. Para alcanzar ese objetivo, es
necesario promover estrategias y metodologías que refuercen el conocimiento, como
proyectos colaborativos, pasantías, aprendizajes basados en problemas. Todo esto
con la misión de lograr que las aulas sean un portal hacia la vida real.

Lastimosamente, en muchos sistemas educativos, incluidos el de nuestro país, aún se
priorizan la memorización y repetición de datos en lugar de la aplicación práctica. Lo
que genera una desconexión total entre lo que se enseña y lo que la sociedad
realmente requiere hoy día. Un primer paso para acabar con este mal sería que las
practicas profesionales y los talleres técnicos sean una parte activa de la formación de
los estudiantes.

Aparte, este pilar no se limita exclusivamente al ámbito laboral, también refuerza la
autonomía como la autoestima de los alumnos. Cuando un individuo logra construir o
solucionar algo por su cuenta, incrementa la confianza personal y se siente realizado.
Esto se da principalmente en contextos vulnerables en donde la educación práctica,
sirve de herramienta para el cambio en las comunidades

Para ir terminando, es evidente que el pilar “Aprender a hacer” es necesario y
obligatorio para una educación integral y confiable. Los sistemas educativos deben de
priorizar las experiencias y actividades que se complementen con las teorías. En una
realidad cada día más impredecible, las habilidades practicas harán la diferencia. La
educación debe evolucionar para no quedar obsoleta.